A fin de terminar con la voracidad de unos 200 despachos de cobranza que tenían como único cliente al Infonavit, y garantizar a los trabajadores en cartera vencida que pueden usar los diversos mecanismos que se les ofrecen para que se pongan al corriente, el organismo cambio su modelo de cobranza.

En un comunicado oficial del Instituto Nacional del Fondo para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), se dio a conocer que dicho cambio se dio después de detectar irregularidades en el sistema de cobranza anteriormente empleado, que elevó el costo de la misma de dos ml millones de pesos en 2013, a 12 mil millones de pesos en 2018.

De acuerdo al titular del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez, al llegar a la dependencia se detectaron grandes anomalías que ya habían sido señaladas en una auditoría en 2016, pero sin que se hiciera nada.

En los siguientes dos años continuaron las adjudicaciones directas y ausencia de control en los procesos, se pagaba por adelantado a los despachos y no eran debidamente supervisados.

Se les pagaba por adelantado a los despachos y no había una supervisión adecuada de lo que estaban haciendo. Esto generó un gran negocio, en contra de los intereses del Infonavit y de los trabajadores.”

Con la nueva administración federal una de las primeras decisiones fue corregir el renglón de cobranza y se sometió a concurso la misma, lo que redujo a seis mil millones de pesos el costo de la misma, esperándose que este baje mucho más.

Esto será posible porque una parte de esos gastos registrados en el año en curso corresponde a procesos que comenzaron en el 2018 y que han continuado.

Con el apoyo de la Comisión Federal de Competencia Económica, fueron cambiadas otras reglas, entre ellas, el que ningún despacho de cobranza podría tener más del 30 por ciento de sus ingresos de la cuenta del Infonavit, Quedaron además descartados del concurso aquellos despachos con faltas graves señaladas por el instituto. De los 140 participantes en el concurso, sólo 32 pasaron los filtros aplicados por la institución.

Con estas medidas y una eficiente supervisión, se acabaron prácticas lesivas para los trabajadores, como juicios masivos para recuperar casas que los trabajadores habían adquirido con créditos del instituto

Se recordó que el Infonavit se adjudicó con estos juicios alrededor de 200 mil viviendas, muchas veces sin que los trabajadores pudieran utilizar las alternativas que ofrece el organismo cuando un trabajador tiene dificultades para seguir pagando su crédito.

Alertaron sobre la distorsión que se dio en estos juicios masivos, el encontrar que había trabajadores que perdieron sus casas pese a que ya las habían liquidado en su totalidad.

Se recordó que después de ser adjudicadas las viviendas, muchas de ellas fueron abandonadas por la falta de servicios, cambios en la situación laboral de los trabajadores.

Los despachos de cobranza hicieron entonces “su agosto” e hicieron de la recuperación de las viviendas un gran negocio. En 2018 fueron subastadas 22 mil que fueron recuperadas mediante juicio, lo que provocó un descalabro económico de 250 millones de pesos al Infonavit.

Actualmente el instituto estudia más alternativas para los trabajadores que caigan en demora de pagos y para reducir su número, al menos en 50 por ciento.