Para barbacoa, ¡la de Hidalgo!”, “!Pachuca y sus enchiladas mineras! “¿Chinicuiles y escamoles? ¡En Hidalgo!”, “Adiós la dieta… a disfrutar de huejolotes en Tulancingo?”

La gastronomía hidalguense identifica a la entidad en el panorama turístico para quienes entienden que un viaje de recreo tiene que incluir, necesariamente, una rica comida.

La gastronomía de Hidalgo, puntal turístico del estado

A raíz de que la Unesco declarara la gastronomía mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en su Acuerdo Resolutivo del 16 de noviembre del año 2010, esta se ha convertido en un poderoso motor que impulsa el turismo en México y sus regiones, entre ellas el estado de Hidalgo, destacó el secretario de Turismo de Hidalgo (SecturH), Eduardo Baños Gómez.

La importancia de la gastronomía dentro de la industria turística es evidente al analizar que el 30 por ciento de los ingresos generados por los la actividad turística son precisamente por el gasto en alimentación.

Principalmente el turista se ve motivado por los atractivos naturales y culturales del destino, pero en muchas ocasiones es la comida el motivo principal para realizar un viaje de recreo”, afirmó Baños Gómez.

Una opinión que comparten numerosos restauranteros, desde reconocidos chefs como Aquiles Chávez hasta cocineras tradicionales de establecimientos como el restaurante Mina La Blanca.

Y en esta gastronomía mexicana, patrimonio de la humanidad, la del estado de Hidalgo ocupa el tercer sitio en importancia”, recuerda a su vez el restaurantero Ricardo Olguín.

En el caso del estado de Hidalgo, la vasta riqueza de platillos, los ingredientes ancestrales, las técnicas culinarias y los sabores atraen cada vez más a turistas que buscan en la gastronomía una rica experiencia”, aseguró Baños Gómez.

La gastronomía en Hidalgo, de enorme relevancia

Otro importante elemento que pone en valor la gastronomía local y que contribuye a su consolidación hoy en día es la larga lista ferias temáticas en las diferentes regiones de la entidad, lleva a recordar el secretario de Turismo.

La Feria Gastronómica de Santiago de Anaya, la Feria de Fruta en Tecozautla, La Feria del Cahuiche de Omitlán, la Feria de la Barbacoa de Actopan, la Feria del Cocol de Atotonilco el Grande, la Feria del Pulque en Apan, el Festival del Paste en Real del Monte, El día de la Torta en Villa de Tezontepec, el Festival de Pasteles de Nopala, la Feria de la Trucha en San Miguel Regla, con solo algunos de los eventos que año con año atraen no sólo al turismo local, sino también nacional e internacional.

Esto ha llevado al gobierno de Hidalgo a crear programas como el Distintivo Hidalgo “Pueblos con Sabor”, que ha permitido trabajar en la consolidación de destinos gastronómicos gracias a su riqueza culinaria.

Es apuntalada también la gastronomía hidalguense con una política gubernamental de constante capacitación a prestadores de servicios, que les permite realizar propuestas gastronómicas originales, con servicios y atención de calidad, manejo higiénico y precios competitivos, “pero sobre todo, que ponen en muy alto el valor la gastronomía de la región.”

El reto: aprovechar todo el potencial que tiene la gastronomía

El reto actual de la industria turística hidalguense es difundir la riqueza gastronómica que posee el estado.

En Hidalgo nos sentimos orgullosos de nuestra gastronomía, sabemos la riqueza que tenemos, el reto es difundirla, hacer de la misma, como lo vamos logrando, un fuerte pilar del desarrollo turístico de la entidad”, afirma el director de la Alianza Turístico Hidalguense, Ricardo Olguín.

De ahí en esta alianza, los restauranteros pugnen por una colaboración más estrecha con las autoridades municipales, estatales, federales, “para organizar más festivales y ferias gastronómicas. ¿Te imaginas poder ir los domingos a la Plaza Independencia a disfrutar de nuestra cocina tradicional, escuchando las notas de nuestro Reloj Monumental?”, afirma Olguín Martínez.

Para restauranteros como David Villegas Balmori, Rosa María Juárez, Vicente García o el propio Ricardo Olguín, la gastronomía tiene otro reto más: “organizarnos con productores hidalguenses para que en nuestros restaurantes se garantice una calidad y frescura de excelencia en los ingredientes en nuestros platillos, y la derrama económica que generamos al abastecernos en Iztapalapa o en los supermercados, se quede aquí entre los hidalguenses”, se afirma.

Y llevar a las mesas productos orgullosamente hidalguenses y de excelente calidad, como el café, la miel de abeja, la miel de maguey, la leche y lácteos de la región de Tulancingo, frutos en conserva y mermeladas locales, además de los frutos y verduras orgánicos que ya se producen en la entidad, libres de pesticidas.

Que nuestra gastronomía hidalguense pase de las mesas y manteles de plásticos, a las cocinas de restaurantes de los más elegantes manteles largos», es otra de las consignas.