Elementos del Ejército Mexicano, junto con la presencia de autoridades de seguridad del estado; llevaron a cabo la destrucción de 374 armas de fuego las cuales fueron decomisadas de diferentes hechos penales.

En las instalaciones del 18a Zona Militar, ubicadas en la colonia El Tezontle en Pachuca, el personal de la Sedena llevó a cabo la destrucción de 221 armas cortas y 153 largas, así como 33 mil 982 municiones y 670 cargadores, acto que se hizo con la presencia de los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia del estado; Mauricio Delmar Saavedra y Raúl Arroyo González, respectivamente.

Durante el evento se mencionó que las armas provienen de aseguramientos en causas penales relacionadas con algún tipo de delito, las cuales previamente pasaron por un procedimiento de revisión, desarme y destrucción para finalmente, ser enterrados en cemento o utilizados para realizar monumentos.

Explicaron que, con base en la ley federal, las armas que han sido parte del algún delito se decomisan y posteriormente con autorización de un juez, pasa al proceso de destrucción el cual consiste en varias etapas.

Diez por ciento de armas recolectadas por Sedena con valor histórico

El objetivo del desarme es que los mexicanos estén dispuestos a garantizar la seguridad de todas las personas, en el marco de los derechos humanos, trabajo que se hace en conjunto con la Sedena y los tres órdenes de gobierno.

El procedimiento que se lleva para esta destrucción inicia con la verificación del arma que será destruida, la cual debe estar dentro del registro de armas decomisadas como es el calibre, modelo, y la matricula del arma.

Posteriormente se trabaja en el área de desorganización, que consiste en separan todas las piezas, garantizando las medidas de seguridad quintándole primero el cargador y el resto de las piezas. Se continua con el área de corte donde el personal debe contar con equipo de seguridad como son, casco, orejeras y guantes de carnaza.

Se necesita una cortadora con la que se hace primero un corte vertical en el cañón y otro trasversal en la parte del cargador; con ello el arma queda inservible. Finalmente se manda al área de desecho ferroso donde se divide la parte de fierro y de plástico