Luego de sortear la atención que recibió por un cuadro de bronquitis en el servicio de urgencias del ISSSTE, un médico que atiende pacientes de la tercera edad, llamó la atención sobre el cuidado principal que se debe dar al personal médico de las instituciones de salud, no por el hecho privilegiar que forman parte de las plantillas médicas, sino para evitar que ellos mismos corran el riesgo de contagiar a los pacientes que atienden ante la contingencia sanitaria que se vive.
El galeno, que prefirió reservar su identidad, refirió, “a nosotros los médicos somos de los pocos trabajos que no tendrán cuarentena nunca”.
“En el ISSSTE no me van a atender porque mi cuadro, aún fuera de SARS-Cov-2 no es grave, así que no me van a incapacitar y debo regresar a trabajar el martes y mis pacientes son ancianos, de alto riesgo. Esa paradoja laboral es interesante, pero peligrosa, pues esta paradoja epidemiológica-laboral expone a los pacientes al mandarnos a atenderlos con posibles cuadros sospechosos”.
Consideró que se trata de una cuestión complicada, porque con el TRIAGE que se hace, se le hace el estudio a los que presentan cuadros graves, y aunque plantean síntomas como médicos que son para descartarlos y determinar si tienen otro origen, así pueden darse tratamiento y pueden regresar a trabajar con sus pacientes, sin riesgo de exponerlos.
“El área médica no debe ser carne de cañón. Muchos dirían, ¿qué privilegios tienen de que a nosotros nos hagan los estudios con alguna accesibilidad que a otras personas?, pero no es uno como persona, sino por el hecho de que tratamos a pacientes y a nosotros nos siguen ocupando para trabajar. Nosotros no vamos a estar guardados en nuestra casa, nosotros debemos presentarnos a trabajar”.
Consideró que los sistemas de salud deben dar una monitorización frecuente al personal que no trabaje específicamente con pacientes por SARS-Cov-2, que es el virus de la enfermedad COVID-19, “la cuestión es que sí tu eres pediatra, si eres ginecólogo, gerontólogo, geriatra, u otro que no esté viendo directamente a los pacientes que tienen coronavirus, eres como cualquier otra persona, pero si a uno le da este padecimiento, exponemos a los pacientes”.
Y es que ante una contingencia como esta, al personal no se le da asueto, pues deben trabajar ya que no se pueden dejar a los pacientes que tienen otras cosas, con pacientes fracturados, con crisis hipertensivas, y otras morbilidades sin atender, “sin embargo, te ven como ‘si no estás tratando con pacientes con coronavirus, no estás en riesgo de contagiarte de coronavirus’, pero claro que tenemos el riesgo, y nos dan la atención como cualquiera, pero hay que recordar que como profesionistas de la salud, estamos atendiendo a otros pacientes”.
De tal suerte, que no pueden ausentarse de sus trabajos si no tienen incapacidad, y si se sienten mal y se resguardan en casa, ante faltas consecutivas, aunque tengan sindicato o base, pueden ser cesados de manera definitiva.
Por otro lado, el médico reconoció que todos los profesionales de la salud están pendientes de la información que se está generando día a día acerca del COVID-19, pues en grupos médicos se comparten la información de literatura médica en inglés reciente.
Explicó que el COVID-19 está siendo particularmente agresivo con las personas de la tercera edad, pues hay unos receptores en los pulmones que tienden a aumentar con la edad y aumentan todavía más en pacientes hipertensos.
“Obviamente ese es el factor de riesgo y es lo que hace que en los niños la mortalidad sea prácticamente nula, es muy raro, salvó un caso en China, pero algo tendría”.
“Entonces va aumentando la edad y van aumentando unos receptores que tienen qué ver con el control de la tensión arterial, que es a donde se están fijando unas proteínas que tienen que ver con este coronavirus, y van rompiendo los alveolos pulmonares y disminuyendo la función pulmonar, hasta que la acaba y la persona fallece. Por eso empieza con la insuficiencia respiratoria”.
Por eso, se recomienda que si los pacientes están tomando determinados medicamentos que son los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina 2 y los antagonistas, que son los antihipertensivos más asequibles y los de más uso, lo ideal es cambiar temporalmente esos antihipertensivos, “y no exponerse, porque en una medida más severa, no sólo es que no salgan los abuelitos, sino que no salga nadie, porque si sale el niño, que no le va dar tan fuerte, si se contagia y lleva el virus a casa, donde están sus abuelitos, pues es probable que el abuelito corra peligro. Entonces, en este escenario, quien no debe de salir no es el abuelito, somos todos, para romper la cadena de transmisión”.