Ante la crisis sanitaria que experimenta el sector empresarial a igual que todos los mexicanos, es imprescindible que en este caso, el gobierno federal actúe de forma pronta y contundente para asegurar la supervivencia de las empresas y en consecuencia, la preservación de empleos, asegura el presidente de la Coparmex Hidalgo, Ricardo Rivera Barquín.
El empresario, señaló que como resultado de la contingencia sanitaria que se ha ampliado, las empresas se enfrentan a dos problemas principales, que son; la caída en ventas y consumo o shock a la demanda, y el cierre de los negocios o de sus operaciones para cumplir con las medidas sanitarias lo que es el shock de oferta, además de que ambos elementos ocasionan una disminución inesperada en el flujo de efectivo con el que presupuestaron sus gastos.
“Ambos elementos ocasionan una disminución inesperada en el flujo de efectivo con el que presupuestaron sus gastos, sin embargo una de las medidas más utilizadas ante una crisis de esta magnitud son los subsidios y apoyos al empleo, ya que el objetivo de estas medidas es prevenir el despido de trabajadores ante la falta de liquidez para pagar las nóminas”.
Reiteró que la propuesta de los empresarios en ese sentido, es la del “Salario Solidario” en la que juntos, patrones, gobierno y trabajadores, colaboren para preservar el empleo durante esta contingencia, debido a que el salario solidario es un salario menor o igual al salario con el que cuenta cada trabajador y se compone por una contribución del gobierno, patrón y trabajador, con el fin de evitar despedidos y cierres de empresas ante la falta de liquidez para pagar la nómina y otros gastos fijos.
“Es decir, si la empresa tiene que cerrar operaciones debido a la contingencia sanitaria, el gobierno pagará una parte del salario del trabajador formal. La proporción dependerá del nivel salarial del trabajador, con lo cual buscamos un apoyo progresivo en el que el gobierno destine más recursos a aquellos trabajadores con menores niveles salariales de uno a tres salarios mínimos, mientras que el tope máximo que el gobierno destinará por trabajador es equivalente a tres salarios mínimos”.
Por último Rivera Barquín, manifestó que este escenario es conservador ya que considera un paro de labores para todos los trabajadores formales, además de que en el caso en el que la empresa no deje de trabajar, el patrón seguirá pagando el salario íntegro a sus trabajadores.