El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aseguró que aportará toda la experiencia acumulada en la capacidad de respuesta ante una emergencia, afirmó el director general Zoé Robledo, luego de que el Instituto fue designado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) como Centro Colaborador para Sistemas de Salud Resilientes.
Zoé Robledo recordó que el 19 de junio recibió una carta de la doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, en la que notificó que la División de Proyectos Especiales del IMSS fue designada como Centro Colaborador para Servicios de Salud Resiliente, donde los doctores Felipe Cruz Vega y Juan Carlos Sánchez Echeverría fungirán como directores del centro.
“El hecho de que el IMSS esté en estos sistemas de salud de las Américas nos va a permitir abrir muchos espacios para compartir nuestra experiencia y conocer experiencias internacionales”.
Destacó que uno de los objetivos estratégicos de la Organización Panamericana de la Salud es crear Sistemas de Salud Resilientes, lo que significa, que tengan capacidad de respuesta ante emergencias, epidemias y desastres naturales.
En este sentido, destacó el trabajo del Centro Virtual de Operaciones en Emergencias y Desastres (CVOED) del Seguro Social durante el sismo de 7.5 grados en la escala de Richter del pasado 23 de junio, que permitió seguir minuto a minuto el reporte de los hospitales donde tuvo impacto el temblor.
Por su parte, el doctor Felipe Cruz Vega, jefe de la División de Proyectos Especiales de Salud, compartió que el IMSS compartirá experiencias con la comunidad médica internacional e impulsará proyectos que velarán por el bienestar y la salud.
«El Seguro Social ve al futuro, tenemos proyectos que son muy prácticos para ser resilientes en los próximos años».
Cruz Vega explicó que la OMS avaló al IMSS para ser Centro Colaborador en virtud de los trabajos realizados durante más de dos décadas para tener hospitales más seguros y con mejor nivel de preparación ante cualquier amenaza, “esto va caminando, ahorita está vigente el programa en 95 países de nuestro planeta, es supervisado, es evaluado y nosotros como país seguimos teniendo liderazgo”.
Precisó que el Programa Hospital Seguro está sustentado en cuatro ejes: el primero es el aspecto de los elementos estructurales, cimentación, trabes y columnas, equivalente al 50 por ciento la seguridad del hospital.
El segundo es la seguridad no estructural, pues un hospital al contar con líneas de oxígeno, de aspirador, alta tensión, calderas y otras herramientas requeridas, también implica tener supervisados los niveles de seguridad.
El tercero es la organización del personal que labora en el hospital para enfrentar una emergencia mayor o un desastre, pues debe tener gran capacidad para atender a los pacientes durante una emergencia, como la que se presentó con el COVID-19.
Además, se debe contar con la capacitación y entrenamiento a las brigadas que tiene cada hospital: como son la de fluidos y energéticos, seguridad, evacuación. “La capacitación y el entrenamiento y realización de simulacros, son fundamentales en emergencias”.
Resaltó que México cuenta con mil 201 Hospitales evaluados, lo que posiciona al país como líder en la materia, “estos mil 200 hospitales ya evaluados se clasifican en A, B y C. En A prácticamente todo está bien, se dejan una serie de consejos de algo que se pueda mejorar; en B hay que hacer algún trabajo menor no complicado que a veces queda en las mismas finanzas del hospital o de la delegación; y en el C, ahí sí hay que hacer un trabajo mayor”.
Precisó que para llevar un hospital a su máximo nivel de seguridad se tiene que invertir 6 por ciento más del valor total de éste. “Se protege la vida, pero más que proteger la vida o proteger la inversión, es que sigan funcionando cuando más se les necesita”.