El segundo acuerdo del Libro denominado “Los cuatro acuerdos” del Autor Dr. Miguel ángel Ruiz, se llama: “No tomes nada personalmente” tiene un significado muy importante para la tranquilidad, la armonía y bienestar de nuestra persona.

“No tomarse las cosas de manera personal” significa, no dar tanta importancia a los comentarios, acciones o actitudes de otras personas, que buscan hacernos sentirnos mal, por envidias, o afán de fastidiarnos o simplemente no ser de su agrado.

El malestar que sienten a veces las personas, es el resultado de que las cosas no van como ellas quieren, tienen problemas familiares, de pareja o les va mal en los negocios. Ese malestar, ese coraje o frustración buscan descargarlo en las personas, por lo tanto, lo que esas personas piensen, sientan y hagan en contra de nosotros, son el reflejo de sus sentimientos negativos, que nada tienen que ver con nosotros, por lo que no deberíamos tomarlas como algo personal, porque al hacerlo, aceptamos que nos afecten, nos hagan sentir mal y nos dañen.

Lo que los demás piensen y sientan de nosotros, depende de la buena o mala voluntad de las personas, si piensan bien y nos dan un trato respetuoso y amable, es bien recibido y nosotros debemos corresponder para incrementar y mejorar nuestras relaciones personales. Si nos tiene mala voluntad y nosotros nos enganchamos con ellos, significa que hay cosas que están mal en nosotros, que tenemos sentimientos lastimados, rencores, vergüenzas, que ellos con sus palabras y actitudes, llegan a nuestros sentimientos heridos, rencores o malestares.

Lo que debemos hacer en estos casos, es analizar nuestros sentimientos, que tanto somos responsables de lo que vivimos y aceptarlos esos hechos como parte de las cosas que nos han tocado vivir, positivas o negativas, pero que son cosas que ya deben quedar en el pasado y no cargarlas en el presente, porque nos causas sufrimiento y malestar.

Nuestra autoestima y el concepto que tenemos de nosotros mismos, juega un papel muy importante en nuestras relaciones interpersonales. Si sabemos quiénes somos, que valores tenemos como personas, que cosas hacemos bien y en qué aspectos no estamos también, es decir somos honestos con nosotros mismos, no nos tomará de sorpresa que nos digan o señalen aspectos que sabemos que están mal en nosotros, por lo tanto no demos molestarnos porque nos están diciendo la verdad, pero si nos dicen o señalan cosas de las cuales estamos seguros que nosotros no somos tal cosa, tampoco podemos molestarnos porque nosotros sabemos que no lo somos, y lo de que nos señalan los demás sabemos que son el reflejo del malestar de esas personas y por lo tanto no demos “tomarlas muy a pecho”.

La falta de autoestima origina que estemos siempre buscando la aprobación de los demás, el reconocimiento, los halagos que nos hacen sentir bien, y cuando no los recibimos, cualquier crítica, actitud de desaprobación, nos sentimos lastimados, porque nosotros mismos no nos aceptamos, valoramos y queremos.

Cuando alguien se conoce y se valora con defectos y virtudes, cuando somos auténticos y actúanos tal y como somos, sin miedo a ser rechazados, es cuando mas aprobación obtenemos, nos admiran los demás porque tenemos el valor de ser nosotros mismos. Que paradójica es la vida cuando buscas aprobación no la obtienes y cuando no la buscas la encuentras.

A un gato le dijeron que la felicidad era posible, si él lograba alcanzar su cola, por lo que el gato decidió de manera obstinada poder alcanzarla, pero cuando más la perseguía más se alejaba y por lo tanto no alcanzaba su felicidad, y al mismo tiempo se dio cuenta que cuando dejo de perseguirla, es decir se dedicaba a hacer las cosas que tenía que hacer, su cola lo seguía y la felicidad también.

Jesús Cruz Fernández

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