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Las grandes perdedoras de esta pandemia son las mujeres

“Las mujeres son las grandes perdedoras de esta pandemia”. Alice Shwarzer

Concluye un año de amplias dificultades de toda índole para las mujeres, donde se amplían las brechas de desigualdad y pobreza. Además se inicia un año con una perspectiva compleja para el mundo y para el país.

Iniciará 2021 con semáforo rojo para CDMX; otras entidades podrían estar frente a este mismo riesgo. De hecho, en los centros turísticos no se tomó esta medida porque simple y llanamente significaría matar la vida económica de esos lugares, pero ahí está un serio problema de salud por la pandemia.

AFECTACIONES PARA LAS MUJERES:
 Desempleo: al inicio de la crisis, 7 de cada 10 desempleos eran de mujeres.
 Confinamiento sin sueldo.
 Confinamiento con 50 o 30 por ciento de sueldo por meses.
 Reincorporación al empleo con disminución del salario en un rango del 50 al 70
por ciento.
 Reducción de los ingresos en 6 de cada 10 hogares como resultado de las
disminución de los ingresos laborales.
 Incremento del a violencia doméstica hasta en un 70 por ciento, violencia contra las mujeres y la niñez.
 Aumento considerable -60 por ciento, aproximadamente- de la carga de trabajo
doméstico para las mujeres, derivado del confinamiento y de la educación por
linea.
 Crecimiento del a brechas de desigualdad entre géneros: son los hombres quienes primero recuperan sus empleos y los que tienen mejores salarios.

En general se ha provocado una ampliación de la brecha de desigualdad que
“regularmente” tienen las mujeres. Falta dimensionar los efectos de este “semáforo rojo”, que forzosamente implica un nuevo confinamiento de trabajadoras, cierre de actividades y, por supuesto, desempleo con reducción de ingresos.

Esta situación hace más que obvia, y aún indispensable, la necesidad de un programa contra-cíclico. Aunque “el hubiera” no existe, lo cierto es que se tendría un mejor panorama, no sólo para las mujeres sino para el país.

Era y todavía son necesarios, indispensables: un seguro de desempleo; créditos a los y las trabajadoras que van a confinamiento y reciben menores ingresos; apoyos reales a Pymes y micro empresas; un ingreso universal para las personas en la informalidad laboral; si es necesario incurrir en déficit público y terminar con esa absurda política de austeridad en tiempos de pandemia; y, por supuesto, una reforma fiscal que grave al capital, para reforzar las finanzas públicas y el carácter del Estado, como un Estado de Bienestar, con seguridad universal.

Basta ver los resultados obtenidos por INEGI en sus dos encuestas sobre empresas, una aplicada en agosto y otra en abril (Ecovid -IE), y el Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020.

En un estudio a cargo de Ernesto López Córdova, economista del Banco Mundial, y levantado en más de 100 mil empresas de 51 países, se observa una mayor afectación en sectores que implican interacción cara a cara, en las y los trabajadores de menores ingresos y en las unidades económicas operadas por mujeres.

De acuerdo a la información generada por INEGI como saldo entre empresas que dejaron de operar y las que se incorporaron a la estructura productiva del país, hay 391 mil 414 unidades menos, 8.06 por ciento menos que en mayo de 2019. Significa una disminución de 2 millones 885 espacios de trabajo en ellas.

Las empresas que desaparecieron dejaron un boquete de 2 millones 966 mil espacios de trabajo. Entre las que se mantienen también hubo una reducción de un millón 149 mil trabajadores menos; hecho que fue compensado por el millón 231 mil puestos de trabajo que ofrecieron los nuevos negocios.

Arturo Blancas, director general de Estadísticas Económicas de Inegi y responsable de los estudios, subrayó que el mayor efecto es rastreable en el empleo, el cual ha caído 19.68 por ciento. De las 14 millones 660 mil personas que estaban trabajando en el momento en que se levantaron los Censos Económicos ahora hay 11 millones 775 mil.

La pregunta es ¿cuántas mujeres desempleadas habrá en febrero?, regularmente
diciembre es el mes de desempleos, lo hacen las empresas para eludir el pago de
prestaciones y evitar que las trabajadoras generen derechos laborales. De hecho, la reforma del outsourcing se pospuso hasta febrero, precisamente con la promesa de que no habrían despidos en diciembre, pero la cancelación de actividades no esenciales cambia todo.

De acuerdo con esta gráfica -con resultados previos a los efectos que se generen en el semáforo rojo-, en abril únicamente 7.8 por ciento de las empresas recibieron apoyos, cifra que se redujo para agosto; la reducción de remuneraciones y/o prestaciones prácticamente se mantuvo igual en abril-agosto (49.7 /46.6. por ciento, respectivamente).

Además, la reducción de personal creció de abril para agosto con cifras de 44.9 y 49.7 en agosto. El trabajo en casa (home office) lo aplican principalmente las empresas grandes, únicamente 19.0 por ciento de las Pymes están en esta modalidad laboral.

La proporción de muertes de empresas fue mayor en relación a la proporción de
nacimientos. La mayor proporción de muertes se registró en establecimientos de Servicios Privados no Financieros (24.9 por ciento ), Comercio (18.98 por ciento ) y Manufacturas 15 por ciento.

Se enfatiza que el sector comercio tiene una amplia presencia de mujeres y, aunque en el sector de manufacturas es menor, también hubo muchos despidos para ellas. Adicionalmente existe una enorme cantidad de personas “inactivas” (desempleadas), son alrededor de 23 millones, de ellas 12.2 millones son mujeres.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló en su informe sobre los efectos del Covid-19 que en 5 meses se han destruido más empleos formales que los que fueron creados en todo 2019. Predomina una sustantiva pérdida de ingreso en hogares, lo que contribuye al aumento de la pobreza por ingreso laboral, fenómeno que podría exacerbar de cumplirse el pronóstico de desempleo. Son estimaciones previas a la crisis que ocasionó instalar un semáforo rojo y cancelar temporalmente actividades.

El 44 por ciento de la población ocupada en México se enfrenta al riesgo de sufrir
afectaciones como reducción de horas o salarios. En algunos sectores se superpone con vulnerabilidad de informalidad e ingreso bajo. Durante la pandemia la ocupación informal (en sector informal y sector formal) descendió hasta un 47.7 por ciento lo que supone una baja histórica, causada no por la formalización sino por una importante pérdida de trabajos informales.

La OIT sugiere el fortalecimiento de medidas dirigidas hacia grupos más frágiles en el mercado laboral: mujeres, jóvenes, trabajadores por cuenta propia, entre otros, para que no tenga efectos sobre pobreza laboral en el mediano y largo plazo.

PD.
INCREMENTO SALARIAL. El incremento de 15 por ciento al salario mínimo para 2021, acordado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami). El salario mínimo general pasará de 123.22 a 141.70 pesos a partir del 1 de enero próximo; en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN), de 185.56 a 213.39 pesos.

Con el ajuste autorizado, el salario mínimo general tendrá un aumento nominal de 18.48 pesos con respecto al de 2020. Se determinó que se incluyeran dentro de los salarios mínimos profesionales a las trabajadoras del hogar y a los jornaleros agrícolas, que históricamente habían sido excluidos.

Carmen R. Ponce Meléndez

@ramonaponce