Hablando del poder del perdón.

¿Cuántas veces nos amargamos la vida por pensar una y otra vez en lo que nos lastimó intentando entender por qué alguien actuó cómo lo hizo?

¿Qué hacemos para solucionarlo? Odiar, afecta el sistema inmunológico, la tristeza y el enojo generan otras enfermedades, además de que al aferrarnos al resentimiento dejamos de disfrutar lo que tenemos en el presente, por lo que estás opciones no solucionan ni lo sucedido ni lo que se siente por esto.

¿Te das cuenta de lo que es el resentimiento? Es volver a sentir una y otra vez el mismo enojo, el dolor, la tristeza y la decepción, es revivir la experiencia aunque esta haya ocurrido hace tiempo, entonces, vamos cargando emociones y pensamientos que nos condicionan a amargarnos la vida y a amargarsela a otros: familia, pareja, compañeros de trabajo… claro, si ellos lo permiten.

El resultado es que el resentimiento no aporta nada positivo a tu vida, el perdón sí.
No todos quieren perdonar porque consideran que hacerlo es olvidar y ser vulnerables para repetir la experiencia, sin embargo, perdonar no es olvidar, perdonar es aprender.

No implica necesariamente reconciliarse o volver a estar con la persona que te causo daño ni volver al mismo escenario, tampoco consiste en aquel “perdono pero no olvido”, de hecho, entender el no olvidar cómo guardar el sentimiento vivido como una factura por cobrar puede ser lo que termine con lo que no termino lo ocurrido, ¿me explico? A veces, es el resentimiento lo que no nos permite continuar o lo que nos puede llevar a arruinar algo que posiblemente podía resolverse.

Cada quien elige cuando, a qué o con quien colocar un punto final, lo importante es que si esta es tu decisión no lleves a cuestas el dolor que viviste, tanto si decides continuar con una relación después de una crisis como si decides terminarla lo que es indispensable es cerrar ese episodio sanando realmente.

No te permitas cargar con más dolor del necesario, no permitas que justo lo que no quieres siga repitiéndose en tu vida, o que el mal recuerdo de alguien te amargue permanentemente.

Libera y libérate a través del perdón, e incluso del autoperdón, no seas tu juez más severo, hiciste lo que creías mejor con los recursos que tuviste en ese momento, sé generoso contigo, aprovecha las oportunidades de la vida para comenzar de nuevo o para retomar el camino sin llevar en tu equipaje la piedra con la que ya tropezaste.

¿Quieres sentirte más pleno? ¿Tener más energía para tus sueños y proyectos? ¿Cuidar mejor de tu salud física y mental? ¡No permitas que el resentimiento te amargue la vida!

5 puntos para practicar el perdón:

1) Reconoce que te hizo daño: tus expectativas hechos reales…

2) Dejar de buscar los “porqués” y enfocarte en el para qué te sirvió lo vivido, pensar ¿cómo utilizo esta experiencia en favor mío y de mi vida?, cómo lo sugería Victor Frank en la logoterapia.

3) Resignifica lo vivido: No se agradece el dolor, pero, darle una connotación positiva te libera y te ayuda a crecer.

4) Definir la responsabilidad: cada persona responde por sus actos, tu obligación no es cambiar al otro sino colocarte en un lugar emocional más seguro dejando de engancharte con lo que estropea tu bienestar.

5) Suelta el pasado: Lo que ya te hizo daño no puede (o no debería) seguir haciéndote daño en el presente: para esto es importante hacer un trabajo personal y poder soltar el pasado, ¡déjalo pasar!

6) Autocuidado: Tu felicidad y tranquilidad dependen de ti… ¿cómo quieres vivir amargado o feliz?

La vida es demasiado buena y generosa, y no se repite, así que procuremos estar en armonía con los otros, sobre todo, con las personas más cercanas y significativas (aunque sería estupendo que fuera así también con los extraños), y por supuesto con nosotros mismos.

¡Mis mejores deseos para este 2021!
Abrazos virtuales
@ Lorepatchen

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