Raymundo Isidro Alavez
Charles de Gaulle dijo: “He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarle en manos de los políticos”. La toma de decisiones en políticas sociales o de índole que sea, se requiere de mesura, prudencia, reflexión; sensatez y tacto. Cualidades que no posee todo político.
Charles André Joseph Marie De Gaulle fue un político visionario. Estadista es la palabra que lo define por sus actos. Entre sus cualidades, fue cauto, no de los que hablan mucho, para decir exageraciones, o nimiedades. Fue hombre de acción más que de palabras, por eso, le fue confiado dirigir la resistencia de Francia ante el embate militar de los nazis, posterior a ello, fue nombrado Primer Ministro de 1944 a 1946.
Entre las políticas implementadas en Francia para superar la crisis económica, superar el trance que padecía por ocupación del ejército nazi y posterior a la Segunda Guerra Mundial, en esas condiciones se dice usualmente, quedó desecho. Fue por eso, que, De Gaulle en su función de Primer Ministro, incrusto su país en mayor intensidad la economía de Libre mercado, se apoyó en la iniciativa privada para generar trabajo productivo. En conjunción con otras políticas sociales y políticas económicas, que le valió ser reconocido en su país y en el mundo por ser emblemático gobernante partidario de la democracia.
La democracia es la participación ciudadana en asuntos del gobierno, no solo en la emisión del voto, sino en creación de agrupaciones y de instituciones alternas al gobierno tradicional. La participación ciudadana es un acto democrático, en reciprocidad con la gente se logra superar estancamientos económicos que se padecen en países en ciertas épocas.
Esa forma de contribución fue llevada a la practica desde la antigua Grecia, donde el ciudadano participó en su comunidad conocidas por “polis”. Colaboración de sociedad y gobierno es distintivo en los regímenes democráticos.
El ciudadano en los regímenes democráticos esta siempre está presto a ejercer su derecho a participar en instituciones con temas, económicos, culturales, sociales y políticos. Esa actitud de colaboración se le llama participación política para que la sociedad conviva de mejor manera, para lograr ese fin, ha creado organismos independientes, autónomos, descentralizado del gobierno, conocido por organismos autónomos.
Los organismos cumplen la función de controlar los excesos del poder político, el abuso de particulares, indagar los gastos que emprenden Instituciones administrativas del gobierno, elevar el nivel educativo nacional organizar los procesos electorales, defender el derecho a la información, entre otras responsabilidades que desempeñan los siguientes: El Banco de México, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidades Estatales, Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), El Instituto Nacional electoral ( INE), antes Instituto Nacional Electoral (IFE. El Sistema Nacional de Geografía y Estadística, (INEGI), Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE) Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
Las creaciones de estos organismos autónomos están respaldadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en palabras del académico e investigador de temas jurídicos, Dr. Jaime Cárdenas Gracia: “Los órganos constitucionales autónomos son aquellos creados inmediata y fundamentalmente en la constitución, y que se adscriben a los poderes tradicionales del Estado.” Adscrito en el Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, y con estudios en el extranjero.
La existencia de los organismos Autónomas, libertad de acción, pierden su razón de ser, sí sus funciones la desempeñas en determinadas Secretarías de Estado. Perderán su autonomía libertad de acción y estarán sujetas a los designios del poder político. Luego entonces, cabe la pregunta: ¿quién vigila el poder?