Dr. Edgar Manuel Castillo Flores
Desde casi todos los organismos internacionales es evidente el énfasis que resalta la contribución esencial que realizan los migrantes en todas las partes del mundo. De hecho recientemente se menciona el papel actual que están jugando durante la pandemia del COVID-19, pues este sector normalmente es invisible en las sociedades de acogida. Así, los migrantes también cumplen una función destacada en la línea de respuesta a la crisis sanitaria, ya sea cuidando a enfermos y ancianos o bien en el suministro de alimentos necesarios durante los confinamientos. Esto demuestra su gran contribución a las sociedades de destino.
Este esfuerzo se traduce también en el ámbito económico, pues los migrantes contribuyen a las economías de los países de destino y, por medio de las remesas, apoyan a millones de personas más en lugares de origen. En México, recientemente el Consejo Nacional de Población (Conapo) y la Fundación BBVA, presentaron el “Anuario de Migración y Remesas México, 2020”, que contiene un análisis con datos relevantes sobre la migración, refugiados y las remesas a nivel mundial y del país. En este documento se menciona que, las remesas a México podrían llegar a 39,500 millones de dólares (mdd) en 2020, un 8.4% más que el año previo.
Esta cifra, sin duda, supera las estimaciones iniciales, ya que ante el contexto de la pandemia del COVID-19, en el mes de abril, el Banco Mundial estimó que las remesas en América Latina podrían caer hasta un 19.4%. Sin embargo, por el comportamiento observado el año pasado, se prevé que las remesas de esta región podrían llegar a 70,400 millones de dólares en 2020, lo que representa un aumento de 6.0%.
Por su parte, el Banco de México registró que en agosto el país recibió aproximadamente 3,574 millones de dólares de remesas familiares, un 5.3% más con respecto al mismo mes del año 2019. Recordemos que México ocupa el tercer lugar como país receptor de remesas en el mundo, desplazando a Filipinas y solo siendo superado por China e India. Además, siete estados captaron cerca de la mitad de las remesas en México entre enero a septiembre de 2020, los estados son Jalisco, Guanajuato, Estado de México, Oaxaca, Puebla y Guerrero. En contraste, estados como Campeche y Baja California Sur recibieron los menores montos.
En cuanto al costo promedio por envío de 300 dólares desde Estados Unidos a México, la cifra pasó de 6.53 dólares en 2018 a 6.69 dólares. En este último año, las ciudades más costosas para el envío de remesas fueron Houston, Indianápolis, Los Ángeles, Nueva York, Sacramento y San José, mientras que la más barata fue Chicago. Los estados con mayor dependencia de remesas fueron: Michoacán (11.8% de su Valor Agregado Bruto), Guerrero (10.7%), Zacatecas (10.7%) y Oaxaca (9.8%).
En lo referente al estado de Hidalgo, de acuerdo al Sistema de Información Económica del Banco de México (BM), en 2019 se registró un total de 962.3 millones de dólares. Pero aquí la relación importante radica en que, en el periodo de enero a septiembre de 2019 la cifra recibida fue de 723.3 millones de dólares. Mientras que, en el mismo periodo, pero de 2020, los migrantes hidalguenses enviaron 759.9 millones de dólares, lo que es un incremento de 36.6 millones de dólares respecto al mismo periodo.
Resta aún esperar los datos del último trimestre de 2020 para realizar una comparación anual. Pero es evidente que se superarán las expectativas, comprobando el carácter anticíclico de las remesas que en momentos difíciles responden de manera positiva en apoyo de los lugares de origen. Es cuanto.