Tulancingo de Bravo. – Como cada año, ciento de encargados y trabajadores de la construcción se dieron cita en la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles para recibir la bendición de su Santa Cruz y colocarla en las distintas obras que realizan.

«Uno debe continuar con la colocación, aunque no haya fiesta», mencionó el señor Carlos, quien lamentó que, derivado de la crisis económica, este año sus patrones no quisieron hacer festejos, «hasta iban a parar los trabajos hoy porque no hay presupuesto», añadió.

No obstante, él y los nueve albañiles a su cargo se organizaron para acudir desde temprano a la futura escuela que construyen, con el propósito de colocar la Santa Cruz bendecida en una columna de la obra.

Por su parte, don Felipe, con más de 45 años de experiencia en albañilería, destacó que el 3 de mayo es un día especial para pedir por el bienestar de los trabajadores ante los riesgos en las edificaciones, además de rogar para que el trabajo continúe, «ahora que está más difícil la situación hay que pedir con más fe, que tengamos de donde llevar comida a nuestra casa».

De igual manera, el sector comercial manifestó la disminución en la venta y adorno de cruces; tan solo a las afueras de la iglesia «Los Angelitos», uno de los principales recintos al que acuden los feligreses a bendecir sus lábaros, únicamente se instalaron tres puestos para ofrecer sus servicios.

«Ahí vamos, va lento el día, muchos ya traen su cruz y nada más quieren flores y así se gana menos», expresó una vendedora ambulante que cada año vende y coloca listones blancos y diversas flores en las cruces para los festejos.

Cabe destacar que, las celebraciones de años anteriores se acostumbraba realizar una misa de acción de gracias dentro del espacio donde está la construcción, así como una comida y una fiesta con música y cuetes, lo cual la mayoría de veces era patrocinado por el contratista o el dueño de la obra.