Las instituciones han ido creciendo y reformándose a lo largo de los años, éstas inciden en la interacción humana, regidas por reglas que enmarcan el actuar de sus individuos. Una institución aparte de estar creada por marcos normativos, jurídicos, regulatorios (reglas formales), también está sustentada en creencias, ideologías, símbolos culturales, así como rutinas internas (reglas informales).
Algunos autores y autoras mencionan que se requiere atravesar distintas coyunturas históricas para que la resistencia en las instituciones sea menos estricta y así, penetrar cambios en sus lineamientos, regulaciones, procesos, objetivos, metas, etc.
Un ejemplo de ello, son los temas impulsados por la sociedad, como la transversalización de la equidad de género y/o la perspectiva de género.
Por otro lado, la institucionalización, es la incorporación y permanencia por tiempo incesante de acciones que se realizarán independientemente de la voluntad de las autoridades que lleguen a los distintos espacios de toma de decisiones. Esto, debido a un cúmulo de estrategias realizadas para su perduración, como reformas a leyes, reglamentos, decretos; creación de dependencias, instancias, institutos; incorporación de temas de interés de la sociedad los procesos internos y externos de las mismas. (Zaremberg, 2013)
Estos cambios mencionados con anterioridad son motivados por distintas fuerzas políticas que buscan la institucionalización de sus causas.
Virginia Guzmán y Janotti (2008) mencionan varios conceptos que se incorporan al proceso de institucionalización, como lo es la subpolítica, y la ofensiva modernizadora.
El concepto más relevante es el de subpolítica, ya que esta, hace posible la incorporación de los problemas sociales a la agenda pública, a través de agentes que son totalmente externos a las instituciones o a los sistemas gubernamentales. Esta relación genera la posibilidad de autoevaluarse e incentivar una transformación de los procesos cognitivos. (Virginia Guzmán y Janotti, 2008)
El concepto, ofensiva modernizadora usado por Wagner (1997), se refiere a los cambios promovidos por actores sociales, pero existen “desde arriba” y “desde abajo”, la primera genera cambios estructurales que la mayoría de las veces no contempla a los distintos sectores de la población, y la segunda busca defender a estos grupos afectados de la exclusión que las ofensivas modernizadoras desde arriba realizan.
En términos conceptuales y teóricos, la esencia de la mayoría de las instituciones que conocemos, están regidas por los distintos momentos ya mencionados que atraviesan. Es por ello, la importancia de su existencia en una sociedad y en un sistema político democrático.
@brenrivpalacio