Galdino Rubio Bordes

Comentamos en la entrega anterior sobre la población beneficiada de los programas sociales, a los que el presidente López Obrador identifica como “el pueblo bueno” y por lo tanto es el que debe de ser apoyado, y no menos discreta es la intención de recibir sus votos en favor de su partido, en reciprocidad a la ayuda otorgada.

Sin embargo, existen otras personas que integramos el otro pueblo. Así, en una definición general, son, en primer término, los que se identifican como la población económicamente activa y en segundo plano los que ya cumplieron su vida laboral y tienen acceso a los beneficios de las leyes de la seguridad social, como las jubilaciones o pensiones.

Con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN) Cifras oportunas de febrero de 2021, encontramos:
La situación laboral del país en febrero de 2021 en comparación con igual mes del año pasado es la siguiente:

▪ Una disminución de 2.4 millones de personas de la Población Económicamente Activa (PEA), al pasar de 57.8 a 55.5 millones. De los 12 millones de personas que salieron de la PEA en abril de 2020 por el tema de pandemia, la recuperación se mantiene en alrededor de 10 millones para el segundo mes de 2021.

▪ La población ocupada se situó en 53 millones; 2.7 millones de personas menos en comparación con febrero de 2020. Los trabajadores subordinados y remunerados disminuyeron 2 millones, los ocupados en jornadas de más de 48 horas semanales descendieron en 1.6 millones, los pequeños y medianos establecimientos se redujeron en 1.1 millones de personas.

▪ La población ocupada en el sector secundario (minería, petróleo, industria manufacturera) alcanzó niveles similares a los de febrero de 2020. Por el contrario, el sector terciario (turismo, incluyendo hotelería y restaurantes; comercio; comunicaciones; servicios, incluyendo servicios profesionales varios, financieros, gubernamentales; actividades inmobiliarias; actividades de alquiler), presentó una reducción de 2.1 millones de personas.

Resalta que en el sector servicios se ocupa el 50% de la fuerza laboral de nuestro país.
▪ La población subocupada fue de 7.4 millones de personas. En febrero de 2020, esta población era de 4.9 millones de personas.
Cabe destacar que las Tasas de Participación Económica de hombres y mujeres resultaron en 74.3% y 40.9%, respectivamente.

La Población No Económicamente Activa (PNEA), que contempla a la población que no trabajó ni buscó empleo pero que aceptaría uno si se lo ofrecieran, fue de 8.2 millones. En comparación con febrero del 2020, la PNEA disponible para trabajar aumentó en 2.6 millones de personas durante el mes de febrero de este año 2021.

Considerando que la población en general de nuestro país es de 126 millones, en cifras redondas, la PEA representa el 62% y la PNEA el 38%.

De acuerdo al Censo 2020, la escolaridad en nuestro país es, en nivel de enseñanza básica del 49.3%; en media superior al 23%; nivel superior 21.6%; sin escolaridad el 4.9% y 0.2% no especifica su alcance educativo (milenio digital 25.02.2021).

La reflexión para esta ocasión es simple. Los niveles de ocupación van a la baja. La desocupación, al alta. Existen millones de personas en espera de una oportunidad laboral.

La PEA y los sectores donde presta sus servicios, son el motor de la economía, es la que incentiva el consumo y paga impuestos. Cuando existe consumo porque hay empleo, se propicia la inversión, se genera el empleo y se hace un círculo virtuoso.

Las acciones tomadas por el Gobierno Federal, son contrastantes con estos simples principios. El año pasado, se desaparecieron alrededor de 109 fondos y fideicomisos, entre ellos los destinados a la investigación, deporte, atención de emergencias, financiamiento de Mipymes y Emprendedores, con la consideración de que los 68 mil 478 millones de pesos que representaban, se destinarían a la atención de la crisis económica y sanitaria generada por la pandemia del COVID 19.

No importaron ni se consideraron los llamados de los académicos, investigadores, artistas, padres de hijos con cáncer, mujeres víctimas de violencia, nada fue suficiente para hacer valer la austeridad republicana.

Y las preguntas surgen ¿Dónde está el dinero? ¿cuál es el plan y hacia dónde nos dirigimos?

Es suficiente con observar las instalaciones del sector salud, para confirmar que se encuentran colapsados, son insuficientes y tienen muchas carencias.

Sobre las vacunas, alcanzamos un poco más de 23 millones de dosis aplicadas, en beneficio de una población de casi 16 millones de personas.

Por cierto: Con amabilidad le expongo: usted ha tenido o sabe lo que es tener 1 millón de pesos en sus manos. Tal vez lo sienta al sumar el total de sus bienes como su casa, su vehículo, un terreno, etc. Tendría idea de lo que haría con 100 millones de pesos y ya ni hablar con disponer de 1,000 millones de pesos. Pues bien, la sola cancelación del proyecto del aeropuerto en los terrenos sobre Texcoco y Atenco, nos cuesta 113 mil millones de pesos, que, se desperdiciaron, y dicho con claridad, se fueron a los bolsillos de los inversionistas o empresas que harían la construcción, dados los contratos establecidos y cancelados.

Entonces ¿de dónde saldrá el dinero para el financiamiento de los programas sociales de esta 4T?
Reciba mi cordial saludo. Nos leemos en la próxima.
spgrb1958@gmail.com