Tener una mentalidad mediocre es una forma de pensar sin ilusiones, sin sueños o ideales que puedan perseguirse a lo largo de la vida. Es vivir sin entusiasmo, sin deseos intensos de buscar lo mejor para nuestras vidas, en el aspecto personal, familiar, social y como ciudadanos de un país.
Todo depende de tomar la decisión de querer vivir mejor, de no ser conformista o pesimista, aunque las circunstancias actuales que estamos viviendo sean complicadas.
Nunca debemos perder la esperanza, “la ilusión de que esto pasara” de que “ya vendrán tiempos mejores”. Asi como después de la tormenta viene la calma, después de la noche, brilla el nuevo amanecer. Asi también debemos mantener nuestra fe inquebrantable en que todo estará bien.
Sabemos que esto no es tarea fácil, en nuestra sociedad abunda personas con apatía, desgano, frustración o resentida, que están buscando a quien contagiar o descargar su malestar. Por ello debemos cuidar y seleccionar nuestras amistades, ya que el refrán dice:
“Dime con quien andas y te diré quién eres”.
Hemos hablado en otras columnas, de que todas las personas, hemos sido dotados de diversos talentos, habilidades o cualidades. Que solo se trata de descubrirlas, en nosotros mismos. Auto observándonos, probándonos, intentando nuevas formas de ser, de actuar, de trabajar o de vivir. ¿De qué manera sabré si soy capaz de algo sino lo intento? ¿Cómo buscar nuevas oportunidades, si no me atrevo a relacionarme con más personas? ¿Cómo aumento mi autoestima si no me demuestro a mí mismo, si soy capaz de hacer cosas mejores? Todo esto implica lucha, esfuerzo, entusiasmo, decisión, salir del conformismo.
Dejar de hacer las cosas a medias, poner toda mi capacidad y esfuerzo en las tareas que realizo.
Sabemos que en la vida todo implica esfuerzo. Todos los hombres de éxito se han esforzado. La habilidad, la capacidad, la maestría se adquiere con la practica de lo que queremos mejorar. En el deporte, el estudio, el trabajo, la música, el arte o cualquier otra disciplina, para ser mejores es necesario salir de la idea de hacer las cosas a medias. No para quedar bien con el patrón, o con las demás personas, sino para demostrarnos a nosotros mismos de que somos capaces, de conocer de que madera estamos hechos y que podemos superarnos a nosotros mismos.
Dice una frase popular que ¡¡Entre más hago más puedo!!, y ¡¡Entre menos hago menos puedo!!. Entonces es cuestión de elegir que es lo que quiero para mí, para mi vida y mi familia. Solo es cuestión de decisión, de dar el primer paso, ¿cuándo? en este día y continuar dándolo los demás días, poco apoco, paso a paso.
En estos momentos de crisis que estamos viviendo en nuestro querido país, en el ámbito político, económico y social, nos damos cuenta que hemos vivido en la mentira, la corrupción, la deshonestidad y la injusticia durante muchos años. Porque los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Porque de alguna forma hemos sido responsables por el desconocimiento y la ignorancia, por no informarnos, por no conocer nuestros derechos, pero también nuestras obligaciones, para poder exigir a nuestros gobernantes, que cumplan con las funciones que les corresponden, ya que ellos no son otra cosa que nuestros servidores públicos, que reciben un sueldo por sus funciones, pero que no deben abuzar y servirse de los recursos destinados a mejorar las condiciones de vida de la sociedad mexicana.
Los poderes que conforman el Estado Mexicano, el ejecutivo, el legislativo y el Judicial, deben de retomar el rumbo que les corresponde y estar al servicio de quienes los eligieron, que somos todos los mexicanos.
Uno de los fundamentos del desarrollo y crecimiento de una sociedad, son sus ciudadanos, el capital humano es unos de los recursos más importantes, por ello es necesario esforzarnos por salir de la mediocridad y desarrollarnos nosotros como personas para asi ser mejores ciudadanos, mejores profesionistas, mejores personas y solo entonces caminaremos en la construcción de una verdadera democracia, no solo como política, sino como una forma de vida.
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