El término paternalismo deriva del latín, paternus = padre, alis, relativo a, ismo = doctrina o tendencia. Esta palabra se aplica cuando la autoridad da protección, al igual que el padre. En Oxford English Dictionary es paternalism la define de la siguiente manera “el principio y la práctica de la administración paternal; el gobierno como un padre; la pretensión o el intento de suplir las necesidades o regular la vida de una nación o comunidad de la misma forma que hace un padre a su hijo”. El vocablo fue acuñado cuando las condiciones culturales y sociales donde sólo el padre le correspondía la formación del hijo.

La persona ha adquirido conocimientos, hábitos, valores y normas desde el núcleo familiar, del padre y la madre en acorde a sus conocimientos y experiencias de cada uno, estos elementos forman el carácter para resolver determinadas inconveniencias que se va dando en la vida. Sobre todo, se instruye de mejor manera con el ejemplo, aunado a la adquisición de hábitos, costumbres y de normas distintivas: honestidad, sinceridad y respeto. Estos atributos propios del ser humano contribuyen para el desarrollo de la persona y los demás en su entorno social con quienes interactúa.

El paternalismo ha causado beneficios e inconvenientes en los hijos. Entre los aspectos positivos están: la toma de decisiones, autonomía, responsabilidad, independencia, creatividad y sentido colaborativo, entre otros. Estas particularidades contribuyen para su mejoría personal y para los demás de su entorno social. En tanto que los hijos que se les restringe su autonomía en iniciativas, son dependientes, atenidos y sin mucha seguridad personal en su vivir, por consiguientes están supeditados a que les resuelva parte de su vida personal y en la familia.

En un símil con el representante del Estado, con el argumento de proteger en todos los aspectos a sus gobernados, limita su capacidad creativa y la toma de decisiones propias, entonces el gobernante se torna en un régimen político autoritario. John Stuart Mills, filósofo economista, político y escritor. En su obra Que es la libertad expuso al respecto: “sí la autoridad política con sus leyes trata a los ciudadanos adultos como si fueran menores de edad, estos tienen el derecho a rebelarse contra mandatos contrarios al principio de individualidad. El estado no puede inmiscuirse en la esfera privada de las personas sin su consentimiento, ni tan siquiera con el argumento de que es mejor para él, que es su propio bien.”

La dependencia en el ámbito político se realiza con el pretexto de resguardar, apadrinar y proteger a las personas, este tutelaje anula la libertad personal, mantiene a sus gobernados en situación conformista, se atiene a las dadivas obsequiadas por Estado. El representante del Estado con el argumento de proteger en todos los aspectos estos gobernados, en cierta forma al ser resguardados   determinados compromisos por igual manera los gobernados. Limita su capacidad creativa y la toma de decisiones propias.

El paternalismo estorba las acciones del hijo o persona, el hombre solo actúa de acuerdo a las decisiones de quien los dirige, realiza las actividades a la voluntad del otro y al interés del otro. En el ámbito estatal la responsabilidad es el asistencialismo solo para personas con discapacidad física y mental.

John Stuart Mills fue partidario de la libertad individual, autonomía e igualdad de género expusó además: “La única finalidad por la cual el poder puede, con pleno derecho, ser ejercido sobre un miembro de una comunidad civilizada contra su voluntad, es evitar que perjudique a los demás, Su propio bien, físico moral, no es justificación suficiente. Nadie puede ser obligado justificadamente a realizar o no realizar determinados actos, porque eso fuera mejor para él, porque le haría feliz, porque, en opinión de los demás, hacerlo sería más aceptado o más justo”. El liberalismo no solo es en lo económico, es también en lo político y social.  Por eso, hay la libertad de asociación, participación y de pensamiento.

En un símil con el representante del Estado, con el argumento de proteger en todos los aspectos a sus gobernados, limita su capacidad creativa y la toma de decisiones propias, entonces el gobernante se torna en un régimen político autoritario. “sí la autoridad política con sus leyes trata a los ciudadanos adultos como si fueran menores de edad, estos tienen el derecho a rebelarse contra mandatos contrarios al principio de individualidad. El estado no puede inmiscuirse en la esfera privada de las personas, sin su consentimiento, ni tan siquiera con el argumento de que es mejor para él, que es su propio bien”.

En un régimen democrático se caracteriza por la independencia individual, respeto a las instituciones autónomas, políticas, económicas y ideológicas. De parte del representante del estado:   acatamiento a las funciones de los tres poderes, transparencia en las actividades gubernamentales. cumplimiento a de las responsabilidades de las instituciones destinados a brindar las políticas públicas, respeto al Estado de Derecho, respeto a los derechos sociales, como educación, salud, seguridad. Respeto a los sectores sociales, a las entidades federativas y a la libertad de expresión.