Lo hemos comentado en una y otra ocasión, el regreso a clases presenciales es una necesidad imperante, pues el abandono escolar el año pasado fue histórico, al grado de que ya no se inscribieron para este año lectivo, casi 6 millones de estudiantes.

No obstante lo anterior, también hemos manifestado la preocupación de los contagios de una pandemia, que ha puesto en jaque a todo el planeta.

Como es de tu conocimiento, el ciclo escolar para estudiantes de educación media superior (bachillerato), está llegando a su fin, inclusive en algunos casos, ya solo esperan sus calificaciones semestrales finales, al igual que las Universidades, cuya oferta académica, se realiza en semestres.

Para el caso de educación básica, que contempla a pre escolar, primaria y secundaria, el calendario oficial, expedido por la Secretaría de Educación, nos marca el 9 de julio como el último día de actividades docentes, aunque en realidad y por costumbre, desde mediados de junio, las y los alumnos son liberados de toda actividad, pues desde una semana antes les han sido entregadas calificaciones finales y celebrado sus eventos de fin de año.

En pocas palabras, la mayoría de estudiantes, culminan actividades entre el 7 y el 15 de junio, dejando pasar los siguientes 15 días, para actividades netamente de convivencia y administrativas.

En el caso de las instituciones, cuyo estudiantado cursa por cuatrimestre, prácticamente cuentan con 3 semanas de vacaciones en todo el año, repartidas en 4 periodos y por lo tanto, pareciera que siempre están en clase, sin embargo, hay que decirlo, son los menos.

La Secretaría de Educación Pública insiste en que hay condiciones, después de vacunar al personal docente y administrativo de las escuelas, de regresar de manera presencial, sin embargo, aún no resuelve los problemas de aglomeraciones por movilidad en horas de entrada y salida de las escuelas, la falta de vacunación al resto de la población, pues de casi 100 millones de mexicanos, apenas 12 millones han recibido el esquema completo de inoculación.

Esto ha obligado a que casas encuestadoras, realicen ejercicios para conocer la opinión de padres de familia, quienes han manifestado, en un 60%, estar en contra del regreso a clase inmediato, cuando en realidad la cuestión académica no será factor a tomar en consideración a unos cuantos días de cerrar el ciclo.

Por increíble que parezca, inclusive jóvenes estudiantes ya realizaron una manifestación fuera de Palacio Nacional, para exigir no se regrese a clases de manera presencial, en virtud de que no existen las condiciones sanitarias para garantizar la salud de todos.

La realidad es que, en todos los niveles educativos, se requiere de la presencia del alumnado y si piensas en educación superior, más aún, pues muchas ofertas educativas, van acompañadas de prácticas de campo y laboratorio, que por más de un año no se han realizado.

Los contagios han bajado considerablemente, pero la pregunta que todos tenemos es si estamos listos para el regreso sin poner en riesgo la salud de quienes aún no reciben una vacuna.

Hasta la próxima.

Fb: Arturo Gb / Arturo Gil Borja

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