Lorena Patchen
Lo queramos o no, inevitablemente hay señales que nos muestran que hay algo que no estamos haciendo para nosotros o que necesitamos hacer un alto, tal vez despedirnos, relacionarnos mejor, cuidarnos, defendernos, alejarnos de ciertas personas, marcar límites, ser asertivos, soltarnos… de relaciones, de hábitos poco saludables, incluso de una idea acerca de nosotros mismos.
Hay avisos que son como alarmas que hacen ruido para ser escuchadas… Y aunque en el momento pueden generar cierta angustia, son precisamente esas alarmas las qué tal vez nos salven la vida o nos indiquen el camino para disfrutar más de estar vivos, y esto también lo merecemos.
¿Cuándo es tiempo de pensar en ti? ¿Cuándo te enfermas?… ¿cuándo te das cuenta de que estás en una relación infeliz?, ¿cuándo colocas las necesidades de otros como prioridades y te quedas al final?… Y un sinfín de “cuándos” más… ¿Sabes cuándo es tiempo de pensar en ti? ¡Siempre!
De hecho, debería de ser antes de que pasen todos esos “cuándos” que mencioné o que te imaginaste al leerlo.
Y esto sería ideal, porque nos libraría de todas estas situaciones, nos ayudaría a detectar a tiempo en qué momento estamos a punto de empezar a descuidarnos, y por supuesto, a evitar que esto ocurra.
Pero, si no es así, si por algunas razones es hasta esas situaciones cuando te das cuenta de que tu salud física, mental o tu estabilidad emocional están a punto de quebrarse, si la pasas más mal que bien… alto, esto no es normal.
Dejar de normalizar el malestar te permite ver con claridad qué hay algo o mucho que hacer por ti y para ti, que este es el tiempo de pensar en ti.
Y pensar en…
Cómo estás,
Como te sientes,
Revisar dinámicas de tus relaciones,
Patrones de conducta,
Hábitos,
Autocuidado,
Y el nivel de satisfacción que experimentas respecto a tu vida en general.
No todo tiene que estar bien, es correcto, pero tampoco es natural que todo esté mal.
Si bien, hay rachas o episodios complejos o complicados, no todos los días, meses y años es adecuado experimentar esa sensación, pensamiento o certeza de que las cosas no van nada bien.
Así que lo mejor es:
1) Identificar que no te estás sintiendo bien en cierto tema o área de tu vida.
2) No culparte sino responsabilizarte de cuidar de ti y elegir como hacerlo y empezar ya.
3) Fortalecer tu autoestima (esto va a mejorar el autocuidado como no te imaginas… vas a cuidarte hasta de tus pensamientos).
4) Darte cuenta de que no es egoísta ser tu prioridad, y que hasta lo que más te importa se beneficia cuando también te conviertes en lo que más te importa.
5) Reconocer que si no piensas en ti la vida te va a llevar a fuerzas a hacerlo, colocándote en situaciones más difíciles todavía.
Hay que ahorrarse el cuidar o pensar en sí mismo cuando ya es urgente. Una gran cantidad de emergencias se podrían evitar si hubiese antes un buen ejercicio del autocuidado personal.
Así que, tanto si consideras que lo necesitas urgentemente o no, el mejor tiempo para empezar a mirarte, atenderte, cuidarte, hacerte cargo de ti, es a partir de ahora mismo.
A veces, le tenemos miedo a tomar ciertas decisiones: cambiar de trabajo, terminar una relación, confrontar a alguien, marcar límites, cuidar más de ti, confiar en lo que sientes y validarlo, y sin embargo, muchas historias increíblemente buenas empiezan después de un punto final.
Igual y no tienes que dejar una relación, ni tu trabajo, igual y no tienes que decirle nada a una persona en específico (personalmente), tal vez… sea un proceso íntimo, solo para ti, y quizá si piensas más en ti no tengas que irte ni despedirte, sino aprender a quedarte de una forma distinta, despedirte de creencias, de condicionamientos que te impones todos los días y que te distraen de fijar tu atención, energía y amor propio. Si te preguntas si es tiempo de pensar en ti o cuando empezar a hacerlo:
Recuerda, SIEMPRE ES TIEMPO DE PENSAR EN TI Y SI NO LO HAS HECHO, ES MOMENTO DE COMENZAR HOY MISMO… ¿Lo pensé o lo dije?
@Lorepatchen
Psicoterapia presencial y en línea.
Entre Géneros, lunes 8:00 PM
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