Salvador Franco Cravioto
Debemos convivir con él, es un mal necesario.
Alguien debe perseguir a los delincuentes;
alguien debe velar por nuestra seguridad;
alguien debe detentar el uso legítimo de la violencia;
alguien debe organizar las disputas entre los ciudadanos
y encauzarlas por la vía legal. (…) Sus representantes son terrenales.
En los controles radica la fortaleza de un Estado que puede operar sin aplastar.
El Estado tiene la obligación de mantener el orden público y si es necesario emplear la fuerza, pero con reglas
Federico Reyes Heroles
Perspectiva actual de las ideologías políticas. Parte 5
Abunda una tesis politológica en la hipótesis de que las diferencias individuales o colectivas de pensamiento político actual -considerando dentro de él a las distintas ideologías económicas y sociales o morales-, radican en el afán humano de poner límites a los otros (Sánchez Ramos, Delgado Bejarano, Espinosa Uribe, Cortés H., 2020), en cuyo caso lo que hagan los otros tendrá un juicio moral dependiendo de la medida en que su actitud o conducta vaya de lo permisivo a lo intervencionista, o bien de lo abierto a lo cerrado.
Siguiendo esta tesis, el lado abierto o permisivo es un ala que podríamos llamar liberal (o bien neoliberal si hablamos en términos exclusivamente económicos), mientras que el cerrado o intervencionista puede tener diferentes matices. En temas económicos por ejemplo, la derecha es permisiva, mientras que al mismo tiempo la izquierda es permisiva en cuestiones morales. Por esa razón es que se han vuelto útiles y convenientes las pruebas de coordenadas políticas basadas en cuadrantes, las cuales tratan de ubicar al pensamiento y a las convicciones en un plano que contempla un eje X para cuestiones económicas y un eje Y para cuestiones morales. Esto se basa fundamentalmente en el balance o desbalance entre la libertad y los límites que el Estado constitucional contemporáneo podría -a través de su poder legítimo ejercido por sus representantes e instituciones con base en sus propias normas- imponer o no imponer a su población e inclusive a sí mismo y a los límites de su propia autoridad o, en palabras de Max Weber, de su “monopolio legítimo de la violencia” ejercido a través de la correcta operación de sus leyes e instituciones.
En tal sentido y con base en los antecedentes históricos y marco teórico expuesto, antes de proponer e intentar configurar un mapa vigente de las ideologías políticas,
notaremos que la guía que ofrecen las pruebas académicas de coordenadas como Political Compass (2001), IDRLabs, Diagrama de Nolan (1969) y otras similares, con la salvedad de no considerar -por incompatibilidad con su propia metodología basada en un paradigma democrático- a ideologías políticas de tipo extremista tanto de derecha -los fascismos por ejemplo- como de izquierda -algunos comunismos-, sí nos aporta en cambio un panorama plausible y rigurosamente desarrollado por analistas políticos profesionales con respecto al mapa de las ideologías políticas contemporáneas del siglo XXI, todo ello mediante la implementación metodológica de un plano integral de análisis objetivo e imparcial, que arroja un resultado final de posición al que precede un examen que trata de definir a cada persona según sus convicciones políticas, pero que también considera con acierto, diversas cuestiones morales y económicas que, en muchos casos y de acuerdo a muchas visiones, son inseparables del espectro político actual, por ser al mismo tiempo asuntos públicos susceptibles en determinado momento de ser regulados en un sentido o en otro por el orden jurídico de un Estado, situación que con frecuencia resulta unánime en las democracias occidentales de nuestro tiempo.
* Las opiniones vertidas en ejercicio de mi libertad de expresión son siempre a título personal. Por un mundo de paz y de respeto hacia toda persona, bienvenido el debate de ideas. ¡Que viva la diversidad y todo aquello que nos hace únicos!
Continúa…