Tras la derrota de Tenochtitlán aquel lejano 13 de agosto de 1521 se abrió una nueva historia que duraría tres siglos con el virreinato de La Nueva España. Es cierto que el choque de dos culturas antagónicas que se fusionaron en un mestizaje fue un hecho doloroso pero trascendental que dejo un hondo estigma en las colonias americanas pertenecientes a España. Nunca más volvería a florecer el imperio tenochca, solo perdurarían en la memoria colectiva aquellos grandes emperadores mexicas, Huey Tlatoanis, que consiguieron la grandeza de la cultura mexica. Hombres temerarios, aguerridos y valerosos que pelearon hasta el final y que fueron admirados incluso por sus propios conquistadores.

Es el caso de la familia del Huey Tlatoani Moctezuma Xocoyotzin que recibió prebendas de la corona española durante varios años e incluso después de la independencia de la Nueva España, continuó una pensión nada desdeñable, analicemos pues cómo se dio este acontecimiento importante en nuestra historia:

“Tras la llegada de Cortés a México, la hija de Moctezuma, la princesa azteca Ichcaxóchitl o Isabel (1509-1550) contrajo matrimonio con dos compatriotas del conquistador, primero con Alonso de Grado y luego con Pedro Gallego de Andrada. Ambos murieron poco después del enlace. Luego, según se sabe de algunas fuentes, Isabel se casó por propia voluntad con Juan Cano de Saavedra y sus descendientes proceden de los dos últimos matrimonios.

El rey de España reconoció entonces una gran parte de la capital como propiedad de Isabel. Pero como los conquistadores se instalaron allí, se le prometió a Isabel que le realizarían determinados pagos en concepto de compensaciones, que rápidamente se convirtieron en una deuda gigantesca. Tan sólo del pago de los intereses podían vivir sin preocupaciones los descendientes de Isabel en México y los que se trasladaron a la península. Cuando en 1821 México se independizó, el nuevo Estado asumió los compromisos de la antigua colonia española y con ello también las “pensiones de Moctezuma”.

A fines de 1933, el presidente Abelardo L. Rodríguez declaró nula la deuda y entonces cesaron los pagos a los Miravalle- Moctezuma en España. Como poco después irrumpió la Guerra Civil en España y México nunca reconoció la dictadura de Franco (1939-1975), los Miravalle no volvieron a reclamar sus derechos hasta 1991.

Lo que nadie ha calculado es a cuánto dinero equivalen las pensiones en la actualidad. “México tiene que reconocer que fue un error de estos gobiernos casi comunistas”, afirma Alejandro González Acosta, quien representa los intereses de la familia Miravalle en México. González Acosta, historiador de la Universidad de la UNAM, es un exiliado cubano, y como cubano de nacimiento todavía no ha asimilado ese particular resentimiento que gran parte de los mexicanos sienten todavía hacia los españoles, pese a que ya pasaron doscientos años desde la independencia. El historiador apunta que los Miravalle nunca fueron expropiados formalmente y menos aún renunciaron a sus derechos, y por ello sus demandas siguen siendo válidas.

Otro miembro destacado de esta gran familia descendiente de Moctezuma es Blanca Barragán Moctezuma; en México se conoce a Blanca porque desde hace muchos años intenta con ahínco, pese al poco éxito obtenido, que Austria devuelva la corona de plumas de Moctezuma a México. Este penacho azteca, que tras la conquista llegó a Europa, y del cual inició un tema peculiar al pedir, exigir se devuelva a tierra mexica-azteca el penacho que se encuentra en el Museo Etnológico de Viena. Por otra parte, tres primos de Blanca, Esteban, Pablo y Javier Moctezuma Barragán, se han hecho conocidos en México como políticos.

En opinión de González Acosta, el reconocimiento de los derechos de los Miravalle podría contribuir a que aquellos mexicanos, que se habían negado a ignorar la parte española de su identidad, se reconcilien con ella. Además, señala que el hecho de que los mexicanos sigan hoy reclamando a los españoles actuales por lo que hizo Cortés es como si los franceses les echasen en cara a los italianos lo que hizo Julio César en la Guerra de las Galias.

“México tiene que aprender a reconciliarse con su pasado, con su historia. Tiene que dejar de verla como una historia de buenos y malos porque ni los ‘malos’ fueron tan malos ni los ‘buenos’ tan buenos”, explica el cubano.

Con apenas quinientos hombres, Cortés sólo pudo someter a México porque contó con el apoyo de otros pueblos nativos, enemistados con los mexicas-aztecas.
González Acosta defiende a los Miravalle de la acusación de codiciosos que se desprende de las palabras de Blanca, y afirma que para ellos no se trata únicamente de dinero, sino del reconocimiento en sí.

¿Se devolverá la pensión a los Moctezuma?, al menos en el gobierno en turno no se aborda el tema sin embargo sí se exige a España un perdón por los sucesos acontecidos hace quinientos años. ¿Qué pasará con la familia Moctezuma? ¿Regresarán a ser Tlatoanis?

¿Tú lo crees?… Yo tampoco