Galdino Rubio Bordes
“Huid del país donde uno solo ejerce los poderes: es un país de esclavos” Simón Bolívar.
“No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia”.
Montesquieu.
“Como el miedo es el mayor suplicio de los tiranos, el crimen más irremisible a sus ojos, es hacerles sentir miedo”
Jean Baptiste Say.
Ha sido noticia internacional en esta semana y motivo de muchos comentarios la salida de Afganistán del ejército norteamericano y de la OTAN.20 años presente en ese país, un trillón de dólares invertidos y finalmente creyeron que el ejército local que habían formado sería suficiente para contener a su opositor, el ejército talibán, no resultó cierto.
Nos informa Yurany Arciniegas, de France 24, que el régimen de los talibanes significa un régimen islámico radical, con la aplicación de la sharía.
Las mujeres y los niños, son los que reciben la peor dosis de vejaciones y humillaciones, al implantar las estrictas medidas islámicas. Destacan, entre ellas, la prohibición de recibir educación, hablar en voz alta en público, transitar fuera de sus hogares sin un pariente de sangre, mostrar cualquier parte de su cuerpo o asomarse a los balcones.
Por si fuera poco, muchas mujeres fueron azotadas o lapidadas por incumplir cualquiera de sus normas. Viven un horror cotidiano que ahora se torna más latente si se extiende nuevamente con el resurgimiento armado de los insurgentes.
El islam tiene 5 puntos fundamentales y un sexto adicionado: la profesión de fe; la oración; el zakat, por nosotros conocido como limosna o compartir tus recursos; ayuno en el mes de ramadán, de las 04:00 A.M. a las 20:00 Hrs.; peregrinar a La Meca, (para quien pueda) una vez en su vida. A estos cinco pilares algunos añaden un sexto que es el pilar del yihad o esfuerzo por defender la fe. El esfuerzo espiritual interior de cada creyente se identifica como yihad mayor, mientras que existe una yihad menor que consiste en predicar el islam o defenderlo de sus ataques. Y a partir de aquí se ha popularizado en el planeta la idea de lucha o guerra.
Actualmente existen en el mundo un promedio de 1 mil 900 millones de personas practicantes del islam y se dice, va en crecimiento, es la segunda religión con más seguidores después del cristianismo. Aunque en honor a la verdad, existen países islámicos, como Arabia Saudita y no se tienen noticias de que la población viva con este grado tan alto de violencia hacia mujeres y niños.
Por lo que, para el caso de Afganistán, dicho sea, con todo respeto, esto me recuerda la expresión de Martin Niemoeller:
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
Por supuesto surge el planteamiento. En verdad ¿ese estilo de gobierno puede tener vigencia en pleno siglo XXI? En el que la gran mayoría de países gozamos de los más elementales derechos humanos. Tristemente sí, así se gobiernan en ese país.
El título de esta colaboración, obedece precisamente a eso. En nuestro país tenemos una serie de derechos garantizados por nuestra Constitución Política. A diferencia de aquel país, donde el islam es su guía, aquí nosotros podemos elegir la religión que nos convenza creer o no creer. Los ateos viven felices en nuestro país y pueden expresar sus ideas sin ninguna complicación en la ley. Nuestra ley los protege, porque también gozamos de la libertad de expresión.
En México, cada persona puede elegir el oficio o profesión que decida para ganarse la vida, siempre y cuando sea lícito, como se establece en nuestra constitución.
En México, nuestros problemas son otros.
La reflexión para esta ocasión: ¿Qué religión es tan importante, que, como varón, te permite golpear, vejar, humillar a niños y mujeres?
Es muy diferente, mucho más diferente, amar, cuidar, proteger y hasta dar tu vida por tus hijos. Vivir en paz con tu alma o tu conciencia y agradecido con la vida por lo generosa que haya sido contigo, iniciando por haber nacido en un país que ha sido tan espléndido con nosotros: nuestro querido México.
Por cierto: En Alemania y Austria el regreso a clases, fue por grupos reducidos, se marcan distancias y se dan solo materias troncales. Aplican estrictas medidas como: lavado de manos, uso obligatorio de mascarillas (cubrebocas); sana distancia. Las medidas las acuerda el gobierno central y los gobernadores de sus estados. Todo en común acuerdo. El regreso a clases se resuelve con recursos, no con discursos.
Reciba mi cordial saludo.
Galdino Rubio Bordes spgrb19@gmail.com