Pachuca.- El mejor tributo que se puede rendir al personal de salud que ha perdido la vida en cumplimiento de su deber en la lucha contra el Covid-19, así como a todos aquellos que siguen en el frente, es cuidándonos, aseguró el presidente de la junta de gobierno del Congreso del Estado, Asael Hernández Cerón durante la entrega de la presea Miguel Hidalgo y Costilla al personal de salud que ha fallecido durante la pandemia.
Luego de asegurar que el 27 de febrero del 2020, será recordado en el país como la fecha en que inició una de las páginas más tristes que ha tocado vivir a los mexicanos, porque fue cuando se identificó al paciente cero de la enfermedad denominada Covid-19 en México el también coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Congreso local, señaló que México ha sufrido muchas tragedias a lo largo de su historia, y en todas ellas, el personal del sector salud siempre ha estado presente.
“Este homenaje no solo debe servir para recordar al personal médico, de enfermería, de laboratorio, de intendencia, de farmacia, administrativo, conductores de ambulancias, personal de bodegas, personal de cocina de los hospitales, e incluso, médicos pasantes e internos de pregrado, que dieron su vida para salvar la nuestra; también debe servir para que los hidalguenses, en un ejercicio serio de autocrítica, hagamos conciencia de lo que dejamos de hacer para ponernos en riesgo y poner en riesgo a estos heroicos trabajadores”.
Hernández Cerón, añadió que el personal del sector salud siempre ha estado presente para ver por todos nosotros, pero la pandemia provocada por la Covid-19, los llevó al límite, sin embargo dijo, la rápida evolución de la pandemia y el aumento del número de contagios que, prácticamente colapsó el sistema nacional de salud, incrementó el riesgo de todos aquellos trabajadores del sector salud que estuvieron, desde el inicio, en la primera línea de atención a pacientes contagiados con el virus.
Así también, aseguró que por ello, no hay mejor manera de rendirle tributo a todo el personal de salud que murió en el cumplimiento de su deber, que, cuidándonos y seguir escrupulosamente lo que las autoridades sanitarias nos dicten para impedir al máximo la propagación de la enfermedad, en esto que ya se denomina cuarta ola de la Covid-19.