Con la visión de obtener alimentos de la semilla del mezquite y concretar una forma de producirlos sin dañar la biodiversidad, beneficiando a la población hidalguense, fue cómo inició la labor del doctor Luis Díaz Batalla, docente de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM), quien actualmente lidera el proyecto “Aprovechamiento regional del mezquite”.
El investigador y académico de la Ingeniería Agroindustrial narró como hace 16 años llegó a la casa de estudios de Francisco I. Madero, tras haber realizado sus estudios académicos en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, una maestría en Ciencias y Tecnologías de los Alimentos en la Autónoma de Querétaro, y un doctorado en Ciencias de los Alimentos y Salud Humana en la Autónoma de Hidalgo; además de una estancia en la Universidad de Illinois.
“Mi área de formación ha sido las ciencias biológicas, la parte de la química con mucho sentido y aplicación hacia la parte de los alimentos; algo que nos interesa mucho es la interacción entre la alimentación y la salud, estamos tratando de generar líneas que guarden esa estructura, de generar alimentos acordes con buenas materias primas, de buena calidad nutrimental y propiedades benéficas, desde el efecto que tienen sobre la salud humana”, contó.
El Valle del Mezquital
Con un característico ecosistema de clima seco, el Valle del Mezquital es una de las regiones geográficas de mayor extensión en Hidalgo, conformada por diversos valles y llanos, donde nace el árbol leguminoso que le da nombre a la región: el mezquite, que puede llegar a medir entre 9 y 12 metros de largo y produce unas vainas torcidas, no mayor a 20 centímetros de largo, que contienen en su interior la semilla del mizquitl.
El académico recordó cómo hace más de cinco años surgió su interés por las vainas del mezquite, materia prima que, a su consideración, a veces pasa desapercibida por la población y no se reflexiona el potencial que puede tener, “una vez que yo encontré estas muestras en mi camino, tuve la posibilidad de encontrar la relación cultural que hay en otras regiones con ese tipo de vegetación. Encontramos que nutrimentalmente es una belleza, es decir, tiene altos niveles de proteína en su semilla, aunque es muy difícil de llegar a ella, además, a la hora de probarla es hasta cierto punto dulce”.
Ante los hallazgos de Díaz Batalla, mantuvo su investigación que lo llevó a ser merecedor del premio Hidalgo de Ciencia, Tecnología e Innovación 2020, y acreedor del Fondo Newton que le brindará apoyo económico el desarrollo, divulgación de resultados y grupos de trabajo interdisciplinarios con investigadores del Reino Unido.
El sabor del Vigate
El aprovechamiento del mezquite apunta a la elaboración de diversos alimentos, hoy en día el doctor Luis compartió la existencia de una bebida alcohólica a base de esta leguminosa, la cual lleva por nombre ‘Vigate’, “este destilado podría ser muy semejante a lo que sucede con el agave tequilero, y generar toda una cadena productiva sin problema, con grandes ventajas”, refirió; además de destacar que no existe la necesidad de derribar un árbol de mezquite para obtener su materia prima, beneficiando la conservación de la flora hidalguense.
El investigador adelantó que la bebida Vigate será presentada el próximo 28 de agosto en Barra México, evento que se realizará en San Miguel de Allende, Guanajuato; donde espera obtener buenas críticas por parte de los expertos en la materia, las cuales pueda sumar para el futuro del proyecto que encabeza.
Las vainas crecen juntas
“Es importante mencionar que gran parte de los desarrollos que hemos hecho y de los caminos que hemos recorrido, lo hemos hecho acompañados”, resaltó el investigador tulancinguense, al agradecer, no solo a la UPFIM, sino también a más casas de estudios en el estado que han colaborado a lo largo de los años con la investigación sobre la semilla del mezquite, “la Politécnica de Pachuca con el doctor Alejandro Téllez, y la UAEH con el apoyo del doctor Carlos Alberto Gómez, digamos que se fortalece la descripción, caracterización y potencial que se tiene. Con la unión que te acabo de escribir ha sido un poco más fácil alcanzar los resultados”.
De igual manera, resaltó el interés de la población del Valle del Mezquital, quienes han conocido una parte de la producción que realiza y espera incluir de manera más amplia en un futuro; asimismo, reconoció la labor de jóvenes universitarios que se han sumado, sin embargo, lamentó que sea mínimo el interés de las nuevas generaciones para investigar sobre las materias primas que ofrece la entidad.
Finalmente, reiteró su finalidad para que los resultados de su estudio lleguen a todos los sectores, especialmente al económico, para generar productos que mantengan un equilibrio y una buena convivencia con los recursos naturales, que alivien temas de desigualdad y se de apertura a la inclusión de mujeres, “es un proceso de diálogo con los gobiernos, con la población y todos para saber cómo podemos materializar esta investigación; […] no queremos que sea el fin del proyecto, la realidad es que debería estarse detonando en los siguientes dos o cuatro años en adelante, hay un buen panorama para el Valle del Mezquital”, concluyó.