De fracaso califica la dirigencia estatal del Partido de la Revolución Democrática los tres primeros años del gobierno federal, al señalar que lo realizado hasta el momento, contrasta con las altas expectativas que toda la población tenía hacía él como una figura nacional importante que iba a cambiar muchos aspectos en el manejo del país y del contexto general.
Al respecto el líder estatal del PRD, Ricardo Gómez Moreno, señaló que basándose en el número de votos con el que el presidente obtuvo su triunfo, los primeros tres años de administración tendrían que calificarse con un 10; sin embargo, dijo, en el manejo de los recursos a lo mucho alcanzaría un siete ante las expectativas que generó.
“Sabíamos que traía temas muy ambiciosos; pero los recursos que ha logrado ahorrar en muchos programas los envío de manera importante a los grandes proyectos que es la refinería, el nuevo aeropuerto y el tren maya, que si los mexicanos se preguntan a donde están los recursos en estos tres años, que el presidente ha utilizado para reactivar la economía del país, están en estos tres proyectos”.
Manifestó que los recursos no existen, así como tampoco inversión pública, pues se cancelaron los programas y los apoyos al campo, el sector productivo no se siente protegido, y la reforma laboral que planteó al iniciar de su sexenio que fue contraria a otras donde se iba combatiendo el outsoursing, ahora él lo formaliza lo legaliza y es algo que a los trabajadores los pone en duda en sus derechos laborales, porque ahora a pesar de que existan garantías económicas por parte de estas empresas, puede llegar a suceder que no sean suficientes para enfrentar un despido laboral de forma masiva.
“Cualquier economista sabe que para que existan empleos debe haber esta inversión pública o privada pero si él lo primero que hace es correr a las empresas que estaban interesadas en invertirle al país como en el contexto del aeropuerto que canceló de Texcoco, donde las inversiones estaban en su momento acordadas a favor de ese proyecto la cancela y las elimina entonces todas esas empresas externas y con capital privado que estaban interesadas en invertir en el país lo dejan de hacer, al menos en los seis años donde él está al frente de la presidencia incluso las calificadoras internacionales lo han venido calificando de una manera negativa”.