El 4 de octubre de 1824 entró en vigor la primera Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, siendo éste un documento de carácter jurídico y político que estableció el sistema político federal y tuvo como fin principal el de declarar el carácter independiente de México como país.
Sin embargo antes de jurarse la constitución se estableció un congreso constituyente en 1823 con el propósito de cubrir las funciones del poder Ejecutivo de México tras la abdicación y desconocimiento del imperio de Agustín de Iturbide, derrocamiento producido por un levantamiento armado que culminó con el Plan de Casa Mata. Esta rebelión significó la disolución del Imperio y el exilio de Iturbide en mayo de 1823. De esta manera, mientras se definía el futuro de la Nación Mexicana, se designó el Supremo Poder Ejecutivo, a manera de triunvirato para ejercer las funciones de jefatura de Estado y de gobierno.
Como representantes de este Supremo Poder Ejecutivo fueron nombrados: Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete. Pero como los dos primeros no se encontraban en la capital, se designaron como suplentes a Mariano Michelena y a Miguel Domínguez para cubrirlos. Más tarde sería designado un tercer suplente: Vicente Guerrero.
Durante este periodo, se comenzó a elaborar la Constitución Federal de 1824, en donde se estableció un gobierno republicano, representativo y federal. Este gobierno provisional dio paso a la primera presidencia del país, encabezada por Guadalupe Victoria, en 1824.
Un dato interesante, como resultado de la constitución de 1824, se dará el 24 de octubre del mismo año cuando en el antiguo palacio de los Virreyes, hoy Palacio de Gobierno de la República y ante la presencia de los integrantes del triunvirato, fue jurada la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos y de conformidad con el artículo quinto de ese ordenamiento, la comarca de Pachuca y sus alrededores, que otrora formaran parte de la provincia de México, se integrarían al Estado Libre y Soberano de México.
En cuanto a la búsqueda de una capital para el nuevo Estado, se manifestó que provisionalmente seguiría siendo la propia ciudad de México. Sin embargo, trascendió que en virtud de que esta sería sede de los poderes federales, se designaría otro lugar como capital del Estado.
Extraordinariamente se indicaron las ciudades de Texcoco, San Agustín de las Cuevas, Toluca y… Tulancingo, sí efectivamente se incluyó el actual municipio ya que, al igual que las otras ciudades tenía la capacidad suficiente para poder albergar las oficinas sede de los poderes Estatales de lo que sería la capital del Estado.
Increíble, de haber sido elegido Tulancingo sin duda otra hubiese sido la conformación geográfica, social y política ¿Tú lo crees?… Yo también.