“Cuando no hay nadie que te recuerde en el mundo de los vivos, desapareces de este mundo.” Una de las conmovedoras frases de la película Coco, éxito mundial de Disney Pixar, en 2017.

Esta semana quiero dedicar esta columna a algunas, solo algunas, de las personas inolvidables en mi vida. El recuerdo de su vida, su obra, su cariño, su personalidad y la huella imborrable que dejaron en mi vida.

Mi suegro, el Profr. Ildefonso Vargas Montiel fue y será un pilar fundamental de su familia. Con sus consejos y orientaciones sabía conducir a sus hijos y familia política. Su carácter recio imponía a propios y extraños, así logro ser un gran ejemplo para sus cinco hijos, nietos y bisnietos.

La época en que se conmemora el Xantolo, en esta parte del estado de Hidalgo, a él le gustaba mucho. Con algunos meses de anticipación conseguía un cerdito, a fin de alimentarlo solo con maíz y legumbres, para que la carne y manteca estuvieran lo más limpios posible en estas fechas.

Disfrutaba la elaboración de los tamales, el chocolate artesanal, el pan de horno – con leña de encino –, la construcción del arco de flores, la decoración del altar, dedicado a sus antepasados.

A fin de tener la tradicional flor de cempasúchitl lista, a finales de junio esparcía la semilla de las flores del año anterior en alguna sección de tierra, preparada para ese fin. También se trasladaba a la huasteca hidalguense, a fin de conseguir los cohetones que se usarían durante la conmemoración.

El Profr. Tomás Juárez Cisneros es otra de las personas inolvidables para mí. Muy trabajador y preparado académicamente, tenía una gran disciplina y lograba prácticamente todo lo que se proponía. Formó una familia hermosa y alegre.

A mi compadre Tomás le gustaba mucho recibir y atender a sus amigos y familiares. Con gran cariño preparaba todo para agasajar de la mejor forma a quien llegaba a su casa.
El tío Andrés, ay!, el tío Andrés era, como se dice coloquialmente, “un pan de Dios”; un hombre bueno, amable, cariñoso. Siempre preocupado por los demás, atento, servicial. Seguro estoy que en muchos corazones siempre vivirá un pedacito del suyo.

La profesora Julia Cano, July para la familia. Tan querida por muchos, siempre tenía la palabra adecuada para platicar, opinar y, hasta para hacer un comentario chusco. Una mujer con un corazón noble, amoroso, no solo para su familia, sino para todos quienes la rodeamos en vida.

Con el tío Isaías, Chay, como le decimos todos, pasé horas interminables de agradable charla. Un hombre muy preparado, conocedor del clima político nacional, pero ante todo, amante apasionado de su natal Molango, Hidalgo. Radicado en Cuernavaca, solía pasar cortas temporadas en su terruño serrano, visitar a sus amigos de juventud y a su familia. Le encantaban las enchiladas picosas con un café negro, bien caliente. Su recuerdo permanecerá imborrable en mi corazón.

A mi hermanito Gerardo, que nos dejó apenas a los tres meses de vida, lo tengo en los recuerdos, ya medio borrosos, de mi niñez, abrazándolo y dándole palmaditas en la espalda, a fin de que expulsara el aire alojado en su estómago, después de comer.
Mis tíos Delfino y Fito me dejaron hermosos recuerdos de la niñez. La enfermedad y la fatalidad se cruzaron en sus vidas y en la mía. Mi sobrina Eloísa Antonieta tuvo un muy breve suspiro en esta vida y regresó a su origen.

Finalmente, de forma inevitable, aparece mi papá, Luis. Ya no se encuentra en este mundo. Una pequeña parte de mi niñez recuerda lo maravilloso que fue tenerlo.

Los próximos días serán para recordar a esas personas con las cuales, la vida nos ha dado la gran oportunidad de coincidir y compartir un tramo de este viaje, que es la vida. Recordémoslos, no como un ritual religioso o pagano, sino con la felicidad que disfrutamos a su lado, con su compañía.

Si van a trasladarse a sus lugares de origen, para recordar a los suyos, no olviden que aunque estemos en semáforo verde, no debemos bajar la guardia. Cubrebocas y sana distancia nos ayudarán a seguir recordando a nuestros ancestros el próximo año y muchos más.

Ustedes, ¿a quién recuerdan?, ¿por qué? Envíen sus mensajes, los leo con gusto.

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