Por: Bethel García Vargas

Apenas hace unos días un maestro que tuve en la Universidad publicó en sus redes sociales una petición en change.org donde se le exigía a nuestras autoridades tanto ejecutivas, de salud y educativas, el regreso a las aulas de los miles de alumnos de educación básica que aún no estaban en clases presenciales, pues no se les estaba garantizando el acceso a la educación como lo estipula nuestra Constitución Política en su artículo 3.

Y hasta parece que fue una respuesta a la misma, pues apenas el día viernes pasado se anunció el regreso el próximo lunes 22 de noviembre de 20 de los 30 municipios faltantes a clases presenciales, con un regreso voluntario, los otros 10 municipios de acuerdo al comunicado que emitió la Secretaría de Educación Pública del Estado, el regreso es con medidas extraordinarias de bioseguridad donde existe una mayor transmisibilidad del virus, es por ello que el aforo será solo del 30% Entre dichos municipios está la capital hidalguense, puesto que es un lugar que ha albergado gran parte de los contagios de Covid en el estado.

Este comunicado es un cambio a la rutina que se ha tenido durante poco más de año y medio desde que se cerraron las escuelas en el país, es un momento en el que se empieza a ver un poco de luz al final del túnel, pues si se cuida adecuadamente el regreso a clases y se toman todas las medidas necesarias para evitar contagios o que al haber un contagio se evite que se propague dentro de las escuelas, habremos empezado a volver a nuestras rutinas e ingresado a una nueva normalidad, en dónde gran parte de los comerciantes y el servicio público de transporte que depende de este sector reactivará la economía nuevamente en el país.

Tal vez muchos dirán que ya estamos en la época más fría del año, o que los fríos serán cada vez más fuertes, pero ya la gran mayoría de la población se vacunó, y a los niños de 12-17 años con comorbilidades, que son los que se pueden poner más graves en caso de contagios ya han recibido la primera dosis de la vacuna, ahora siguen los de 15-17 años, lo que permitirá con mayor seguridad que en caso de un contagio la enfermedad no se agrave y haya pérdidas lamentables.

Ahora es el momento de volver, se ha pospuesto mucho pero el coronavirus es una enfermedad que llegó para quedarse entre nosotros, por lo que se tiene que aprender a vivir con ella; las vacunas de emergencia han salvado a muchos, y ahora la píldora que ha creado Pfizer para combatirla nos da muchas más esperanzas de algún día volver a la normalidad.

Es cierto que los niños pueden correr un riesgo, pero si los papás de todos modos los sacan a las calles, ahora en el buen fin andaban familias enteras dentro de las tiendas y no se veían preocupados ni mostraron su inconformidad, la escuela será un lugar más seguro en dónde van a poder convivir y aprender como se hacía antes y no a través de una pantalla.

Todas las escuelas y los maestros tienen ya su planeación para volver a clases presenciales y han sido capacitados, confiemos en el regreso a clases, pero siempre sin bajar la guardia: manden a los niños con su cubrebocas y uno o dos adicionales en la mochila, su botellita de gel antibacterial, y todas las medidas que, como padres, estimen convenientes para la mayor seguridad de sus pequeños.

Y como población general sigamos cuidando de nuestra salud y vacunémonos contra la influenza, eso nos brindará una mayor resistencia a enfermarnos en esta época del año, recordando que si apenas se van a vacunar contra el Covid y también quieren vacunarse de la influenza lo pueden hacer, ya no se contraponen una de la otra, pero si la de la influenza les causa reacción, mejor esperen unos 3 días entre una y otra, pero no dejen de protegerse, sigan usando el cubrebocas correctamente y lávense las manos, recuerden que si te cuidas tú, nos cuidamos todos. Hasta la próxima.

bethgva@gmail.com