Claudia Tonantzon Larrainzar Pérez

Para la progenie de Eva

Eclipse de luna roja, ensangrentada que toma a mi cuerpo en espasmos Antiguas ruinas donde mujeres vienen a sentir el caudal de sangre que baja por los cuerpos, ahora se escucha la fuerza abrupta -un río en rojos se abre al olor del renacimiento- con olores de agua lejana, milenaria que no es fétida, ni está estancada.

Preludio al mar rojo de la fertilidad.

Mareas oscilantes de altas y bajas aguas enrarecidas por tonos granas, espasmos inequívocos que doblegan la carne.
Me toco, soy volcán en erupción, soy carne al rojo vivo, agua viva, agua roja, espesa S a n g r o y escucho de forma abrupta un hilo que se convierte en torrente de mí, soy sangre
me vuelvo sangre de mi sangre soy la hija de mi madre, la madre de mi hijo el ancestro de mi progenie, sangre de mi sangre.

Soy mujer desde que era niña, niña que se hizo mujer, hay gotas de sangre que dejan el rastro de la que fui, de quien soy y al final del camino de la que seré.

Soy la línea de la vida ensangrentada sangre que me acompaña, -siento mi ser- con la fuerza inequívoca que emana de mí, soy caudal, soy vida, soy s a n g r e.