Con mochila en la espalda y usando cubrebocas, decenas de estudiantes del Instituto de Ciencias Agropecuarias (ICAP) y de la Preparatoria 2, de la Universidad Autónoma, regresaron a las aulas este lunes.

Poco antes de las 7:00 horas, comenzó la movilización de alumnos, docentes y administrativos que llegaron en transporte público, carro particular o en el garzabús a las instalaciones de casa de estudios, ubicadas en el municipio de Tulancingo.

En el ICAP, el primer filtro sanitario fue habilitado en la entrada principal con cuatro lavamanos dotados de jabón y cámaras para corroborar que se porte correctamente el cubrebocas; mientras que, quienes ingresan a bordo de un vehículo son recibidos por guardias de seguridad que miden la temperatura y entregan gel antibacterial.

Posteriormente, en el acceso de los edificios se colocaron dispensadores de gel antibacterial y el estudiantado debe tomar su temperatura para ingresar a las aulas, las cuales tienen un aforo limitado al 50 por ciento.

Aunado a lo anterior, cada salón cuenta con un medidor de dióxido de carbono para monitorear la calidad del aire durante las clases, dicho dispositivo emite una alarma si registra entre 600 y 800 parte por millón, a fin de que el alumnado y el docente salgan del espacio para que “se oree”, detalló el director del ICAP, Armando Peláez Acero.

El académico añadió que está prohibido comer en los salones, sin embargo, la cafetería vende alimentos empaquetados y se permitió a la comunidad ingerirlos en los espacios al aire libre.

Peláez Acero consideró como necesario y oportuno el retorno a las aulas pues la comunidad universitaria es la que da vida a las instalaciones, “vamos bien este primer día, es bueno volver a verlos, ver a los grupitos de amigos, las parejitas y a quienes están conociéndose por primera vez”, dijo.

Finalmente, hizo una invitación a las y los alumnos para respetar y seguir los protocolos que ha definido la universidad para cumplir con el regreso seguro a las actividades presenciales.