Bethel García Vargas
¿Recuerdan hace 2 años, cuando todos estábamos preocupados de que el virus que se había descubierto en China llegara a nuestro país y que en algún momento nos contagiaríamos?
Pues hasta parece una coincidencia que dos años después en países del otro lado del mundo de haya dado el inicio de lo que parece ser una guerra, lo que la colocaría como la Tercera Guerra mundial en la historia, como muchos de mis conocidos y personas en el mundo nos está tocando vivir una vez más un evento histórico que quedará registrado para las futuras generaciones y que muy seguramente estarán en los libros de Historia.
Sería muy arriesgado de mi parte ponerme a favor de alguno de los países que están ahora en conflicto, ya sea Rusia o Ucrania, pues me he informado del porque el ataque, y porque muchos países, como dijo el Presidente de Ucrania, no han salido a manifestarse a favor de ellos ni tampoco a favor de la ofensiva que inició esta semana Rusia contra las bases militares de Ucrania.
Por una parte el presidente ruso Vladimir Putin,reconoció la independencia de 2 naciones, las cuales son parte de Ucrania, pero que tienen a una minoría de habitantes de ascendencia rusa, quienes, de acuerdo a las declaraciones del mismo Putin, están siendo asesinados desde 2014 por células de ucranianos con tintes neonazis, lo que está severamente castigado por la ONU, de acuerdo a una resolución reciente donde se castiga el nazismo, neonazismo y el fascismo en todas sus formas, y a pesar de que en arias ocasiones el presidente ruso ha pedido una resolución a este conflicto el organismo de paz no ha hecho nada, por lo que el mandatario no encontró otra manera de proteger a sus ciudadanos que mandar tropas a defenderlos en terreno enemigo y en cierta forma blindarse de futuras agresiones que el país ucraniano pudiera tomar en contra.
Por otra parte, el país que ha resultado con más pérdidas materiales y humanas ha sido Ucrania, pues la madrugada del 24 de febrero recibieron ataque a sus principales bases militares y la mañana de ese mismo día las tropas rusas tomaron el control de la planta nuclear de Chernobyl, y han atacado ya Kiev, la capital ucraniana, donde varios civiles resultaron muertos, como daño colateral de los ataque. Es por ello que todos los habitantes se prepararon para evacuar el país y buscar refugio en Polonia, las familias han salido y los hombres en edad de servir se han unido al ejército de Ucrania para pelear contra los rusos, civiles sin entrenamiento, pero dispuestos a pelear por su patria.
También circuló en redes que un tanque ruso en alguna ciudad de Ucrania aplastó deliberadamente un automóvil con un hombre de la tercera edad dentro de él, lo cual se me hace algo despiadado, pues si se supone que los ataques son contra las bases militares, no tendría porqué haber aplastado a un civil en su coche particular. Afortunadamente el hombre está con vida y lo lograron sacar a tiempo.
Como se puede ver, ninguno de los dos países es inocente de lo que está pasando, pero seguramente en algún momento se podría dar solución a un conflicto de esta magnitud, y como dijo alguna vez Thomas Jefferson, «La guerra es un castigo, tanto como para el que lo aplica, como el que lo recibe.»
Lo único que podemos hacer es pedir en el ser que creamos o la energía que se tenga fe para que este conflicto termine lo más pronto posible, pues ya con la pandemia que aún vivimos es más que suficiente para un evento histórico en una década.
Siganse cuidando, los contagios no paran ni van a la baja, usen el cubrebocas y esperemos que la guerra del otro lado del mundo termine pronto. Hasta la próxima.
bethgva@gmail.com