Entre 1910 y 1920 década de pleno fervor revolucionario, el Estado de Hidalgo fue gobernado por una veintena de gobernadores de lo más polifacético y peculiar que pueda imaginarse. Algunos en lapsos muy breves como el caso del general Manuel Gómez Noriega que escasamente gobernó 16 horas (entre las tres de la tarde del día 28 de julio y las 9 de la mañana del día 29 del mismo mes y año) otros entre jaloneos y estirones lograron cumplir apenas cinco días.
Fue la etapa convencionista, la que sumó el mayor número de gobernadores; en tan solo diez meses (octubre de 1914 y julio de 1915) ejercieron el poder ejecutivo doce personas, ello debido a los frecuentes enfrentamientos entre Carrancistas y Villistas. Uno de estos personajes fue el Mayor José Kotuscey originario de la entonces legendaria, y aún hoy lo es, Rusia.
Pocos pachuqueños conocieron a Kotuscey como fue el caso de don Pedro Madrid que recordaba que era un hombre muy alto, de cabello negro, tez blanca y ojos azules de penetrante mirada. Se le miraba cabalgar por la calle de Matamoros, acompañado de su estado mayor, pronunciando órdenes en un raro español, apenas comprensible para sus subalternos. Llegó a México vía los Estados Unidos a principios de 1914 y de inmediato se adhirió a las filas de la División del Norte, comandada por el general Francisco Villa.
Después de concluidas las sesiones de la convención de Aguascalientes, fue comisionado con el grado de Mayor a formar las huestes del general Roberto Martínez y Martínez, a quien le había sido encomendada la misión de apoderarse del Estado de Hidalgo.
El 15 de julio de 1915 ante la inminente llegada de las fuerzas Villistas, la ciudad de Pachuca es evacuada, al salir los últimos contingentes Carrancistas y con ellos el gobernador Miguel Gómez Noriega. Al día siguiente, sobre las cinco de la tarde, sin encontrar resistencia alguna, hacen su arribo las tropas Convencionistas, bajo el mando del Mayor José Kotuscey, quien de inmediato se hace cargo del gobierno del Estado.
Tres hechos importantes se dieron cita mientras gobernaba el Mayor Kotuscey así como exactamente sólo gobernó tres días; el primero fue el lanzamiento de un manifiesto expedido dos horas después de su llegada, en el que señaló que luchaba “Por la libertad y felicidad del pueblo mexicano” y bajo este principio se hacía cargo del Gobierno de la Entidad Hidalguense.
El segundo hecho sobresaliente de su gobierno, fue otro manifiesto, fechado el 17 de julio, por medio del cual se decretó la circulación forzosa de todos los billetes expedidos, tanto por las facciones Carrancistas como por las Villistas, evitando el consabido caos económico, que solía suscitarse al ocupar una plaza ya que entre los grupos revolucionarios en pugna la primera medida era decretar de inmediato la validez de su papel moneda y el desconocimiento de los billetes del otro bando.
Hubo así quienes cambiaban pertenencias por dinero de la facción en turno, que al salir del lugar por la llegada de fuerzas antagónicas, perdía todo lo invertido, ello propiciaba especulaciones ilegitimas y desconcierto entre la población, de modo que la medida de Kotuscey fue buena aunque, como señala el Prof. Teodomiro Manzano en sus Anales del Estado de Hidalgo (II parte) “posible es que el ruso haya tenido existencia de los dos” refiriéndose a los billetes Carrancistas y Villistas.
Finamente el tercer hecho se deriva de la suspensión del acto luctuoso que debía celebrarse el día 18 de julio con motivo del aniversario luctuoso de Benito Juárez, debido a que los oradores designados, César Becerra y Amador Castañeda, aduciendo que era impropio recordar la imagen del Benemérito delante de un gobernador extranjero no quisieron participar.
El 19 de julio poco antes de las 11 de la mañana, llegan a Pachuca las fuerzas del general Roberto Martínez y Martínez, quien desde luego se hace cargo del gobierno. Dos días después se reinician los combates entre Carrancistas y Villistas, siendo batidos en las afueras de la ciudad de Pachuca estos últimos.
Recuperando el bastión pachuqueño el 26 de julio después de cruentos combates las fuerzas Convencionistas al mando del Mayor Kotuscey son diezmadas en “Amaque” pequeña ranchería cercana a Pachuquilla donde el militar ruso es tomado prisionero y fusilado de inmediato.
Al respecto el Prof. Teodomiro Manzano escribió: “eso se sacó por andar queriendo hacernos felices”