Por: Zaid González*
A lo largo del tiempo la figura del abogado ha sido manchada, agraviada y deshonrada por “Juristas” que se han aprovechado de esta noble profesión para lucrar y defraudar a la gente que les ha otorgado la confianza para atender sus necesidades legales, estas personas faltos de lealtad al juramento hipocrático en el ejercicio del Derecho han causado que la sociedad en general tenga miedo, incertidumbre y desconfianza a la hora de buscar asesoramiento y representación jurídica, lo que hace que encontrar un buen abogado sea algo controversial y difícil.
Para ello deshilemos la anatomía de un buen letrado del Derecho, empezando por explicar que un “Abogado” es una persona que se encarga de defender jurídicamente a otra en una controversia o juicio, teniendo en cuenta los intereses de su cliente, comprometiéndose a prestar diligentemente y con eficacia sus servicios profesionales.
Por lo tanto, su objetivo, es la búsqueda de la justicia, toda vez que se tiene que contar con una sólida formación teórica y tener la suficiente practica para hacerle frente a los retos que en el proceso se van a presentar. Aunado a ello el jurisconsulto tiene la obligación de analizar minuciosamente la causa, para que en ese sentido pueda establecer estrategias que le permitan un adecuado asesoramiento y una extraordinaria defensa.
Para ello tomemos en cuenta 5 habilidades fundamentales que un buen abogado debe tener:
1. Negociación
La capacidad de negociación es una vocación conciliadora, que le permite tener una alta resistencia a la frustración, toda vez que es un proceso de discusión que se establece entre las partes, por medio de sus representantes y cuyo fin es llegar a un acuerdo que beneficie a todos.
2. Oratoria
Tener la capacidad para intervenir de manera pertinente en los tribunales, lo que lo hace sobresalir de los demás. Por otro lado la oratoria es por excelencia el dominio del arte del lenguaje verbal y no verbal para poder así tener la capacidad argumentativa que da claridad y naturalidad al comunicarse.
3. Sociable
Es el conjunto de capacidades y destrezas interpersonales que permiten relacionarse con otras personas de forma adecuada, siendo capaces de expresar opiniones y necesidades en diferentes contextos o situaciones, sin experimentar tensión, ansiedad u otras emociones negativas.
4. Resolución de Conflictos
Esta habilidad está directamente relacionada con la capacidad de negociación, ya que un buen abogado sabe que un método alterno de solución de conflictos se da a través de acuerdos donde las partes se sientan satisfechas con las soluciones planteadas acorde a lo a sus demandas.
5. Compromiso Ciudadano
Un buen abogado está interesado constantemente con lo que ocurre en su sociedad. No solo sabe de leyes, sino también tiene una clara visión sobre su entorno y las problemáticas sociales que terminan por impactar en la esfera jurídica de las personas.
Teniendo en cuenta, que es un abogado, cuál es su función u objetivo y las habilidades que necesariamente debe tener, podemos concluir que un operador jurídico no pelea por pelear, sino que se educa para argumentar, debatir, fundar, motivar y solucionar de manera satisfactoria las necesidades de quienes lo contratan, para que así, en la búsqueda de uno, se pueda identificar desde la primera interacción y desde luego, saber de primera mano de su trabajo por medio de testimonios, quienes son la primera carta de presentación de un Abogado.
Me despido con esta pequeña frase que dice “Tener un buen abogado es caro, pero es más caro no tenerlo”, saludos cordiales.
*CEO de Firma Legal Horbat Cromwell
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