Bethel García Vargas
Echando un vistazo al pasado, este mes especialmente es, al menos en una familia llena de maestros, de celebración y puentes, puesto que el 15 de mayo en nuestro país se celebra el Día del Maestro, y desde pequeña me ha tocado ver cómo todos mis tíos, papá y abuelos se han dedicado a la enseñanza de los niños en la educación básica.
Por supuesto, los festejos en la Sierra Hidalguense y Huasteca no son los mismos días, pues como lo vimos hace dos semanas en la marcha del 1 de mayo en la capital de nuestro estado se congregaron aproximadamente 80 mil maestros de todos los niveles, ocupando las calles desde las 7 de la mañana, hasta pasadas las 4 de la tarde, y precisamente por esa cantidad de maestros es imposible que en un solo día se realicen los festejos para todo el magisterio local Es por ello que el jueves pasado fue el festejo y reconocimiento a los maestros de la Sierra, en donde mis tíos acudieron a la celebración después de 2 años sin que este tipo de reunión se realizara, como es costumbre, se llevaron a cabo las tradicionales rifas de automóviles y amenizó el grupo Cañaveral. Un merecido festejo a todos los maestros que son de esa zona norte del estado, en donde en pandemia se las ingeniaron para seguir impartiendo clases y trasmitiendo el conocimiento a los niños que tenían a su cargo, viajando con materiales a las comunidades, tratando de generar algún canal de comunicación con los niños y padres de familia, que algunos tenían teléfono celular, pero en su mayoría no fue así, como se dice coloquialmente “se la rifaron” para que sus alumnos trataran de aprender a distancia.
Y así es como muchos de ellos dejan de lado a su familia para poder atender los problemas que se les presentan a sus alumnos, y podrá parecer exagerado o inventado, pero como le comento al provenir de una familia llena de profesores creces viendo a tu papá trabajar no solo cuando va a la escuela y regresa, sino toda la tarde haciendo llamadas para saber de sus alumnos, haciendo visitas y preocupándose porque ellos estén bien, y sé que muchos de los maestros que están frente a grupo dedican su vida a dar lo mejor para tan noble profesión.
Los maestros son como una mamá con sus alumnos, pues los cuidan, los procuran para que salgan adelante y muchas veces se llegan a preocupar más que sus papás, son la mamá amorosa y estricta para que los niños crezcan y puedan volar con sus propias alas cuando salen de la escuela.
Esta semana también fue día de las madres, que si bien todos lo hemos festejado de forma familiar, no se habían hecho eventos grandes para conmemorarlas en estos últimos dos años, ellas son pieza fundamental en todas y cada una de las familias mexicanas, incluso más que los papás, pues se convierten en todólogas para ayudarte a crecer, a mejorar cuando te enfermas, te brindan consejos, ninguna de ellas nació con un libro de instrucciones donde dice cómo ser la mejor mamá, pero tienen el instinto y siempre harán lo que consideren mejor para nosotros. Aprovecho para felicitar a mi mamá que, además de que fue 10 de mayo, en mi familia la festejamos 2 días, pues el 11 es su cumpleaños, que la vida me permita tenerte muchos años más conmigo mamá.
Desde este espacio deseo que todas las mamás hayan pasado un bonito día al lado de su familia y seres queridos, mis felicitaciones y reconocimiento para todas y cada una de ellas que se esfuerzan por dar lo mejor de sí, y también una afectuosa felicitados a todo el gremio de maestros en su día, ustedes son pilares para la niñez y juventud de nuestro país, formadores de futuros profesionistas que México necesita, síganse cuidando y hasta la próxima.
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