Al momento de redactar la presente colaboración, faltan 4 días para la fecha de las elecciones de gobernador en seis entidades federativas de nuestro país: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Han sido muchos los detalles de estas campañas político-electorales.
La inevitable y feroz guerra en las redes sociales donde se encuentran comentarios muy creativos, en ocasiones jocosos, hasta aquellos que no conocen el pudor ni el respeto a la sociedad, por demás agresivos y vulgares.
En Hidalgo pudimos observar renuncias grupales a sus partidos políticos, como al PRI, por ejemplo, para trasladar su experiencia, lealtad y vocación social de servicio a la ciudadanía, en el partido de Morena.
Alguien va a obtener la mayoría de votos y será gobernadora o gobernador, legalmente electos, en su entidad y entonces tendrá la nada sencilla tarea de gobernar para todos. Por los que votaron a su favor y también por los que no lo hicieron. Pues, se trata, de hacer valer nuestro estado de derecho, que sí tiene espacio en una nación como la nuestra, donde mucho presumimos nuestra democracia.
Otro de los detalles que durante los últimos meses ha tenido particular atención en los diferentes grupos sociales, es el que concierne al modelo de gobierno prevaleciente en nuestro país. Se dice insistentemente que, el conservadurismo, el neoliberalismo, el capitalismo y sus impulsores o defensores, son los originales y auténticos enemigos de nuestro país y que ellos son los únicos culpables del estado de cosas en nuestra nación.
Y, por la otra parte, notoriamente, existe el posicionamiento del gobierno, de estar en un modelo socialista, entendiendo que el estado mexicano debe ser el protector y benefactor de las grandes masas sociales. Actitud que, es de reconocer sus bondades, sin embargo, la polémica se da, precisamente en el estilo o modelo a adoptar.
Sobre este particular, obligadamente se requiere identificar los beneficios de este tipo de gobierno. La historia reciente es ilustrativa y comparto, de la pluma del Dr. Aguilar Camín, unas consideraciones, como, por ejemplo, al precisar que el socialismo ha llevado en su esencia, el dilema de las dos izquierdas: la radical revolucionaria y la gradual reformista.
La primera, nos conduce a identificar a Lenin, Stalin, Mao, Castro. La segunda a Kautski, Lasalle, que fueron la social democracia anterior a la primera guerra mundial y la posterior a la segunda guerra, que actualmente gobierna la Europa de estos días.
Al paso del tiempo, quedan a la vista del mundo los resultados de ambas izquierdas. La dictatorial, como en América Latina: Cuba, Venezuela, Nicaragua, y la reformista, como en Europa.
Aunado, se nos presenta un escenario mundial digno de darle una revisada. Y es el caso de las democracias, que han estado perdiendo terreno frente a las autocracias, como el, populismo, el caudillismo y las dictaduras.
El país autonombrado el ejemplo de la democracia, los Estados Unidos, tiene en su haber una extraordinaria acción de apego y respeto a sus leyes, en lo concerniente a su aspecto legal, no obstante, los alcances de su gobierno y modelo de desarrollo, han sido insuficientes, de manera que, existen grupos de población que viven en la pobreza y la falta de acceso a servicio educativos o de salud. Sin embargo, es una democracia exitosa, como la de Europa Occidental.
Existen también, las autocracias exitosas, como la de China o Singapur. Que han sostenido su mejor desarrollo en conceptos como el incremento de la productividad, crecimiento económico, innovación tecnológica, reducción de la pobreza y en su conjunto, una mejoría en el nivel y calidad de vida de sus sociedades.
En este último caso, podrá observarse que faltan las libertades y aquellos derechos incluidos en las democracias, no obstante, existe movilidad social y riqueza.
También, no se puede dejar de citar, “La combinación política de autocracia sin logros, sin crecimiento económico ni movilidad social, es pura tiranía: un simple catálogo de pérdidas. En nuestro continente: Cuba, Venezuela y Nicaragua. https://www.milenio.com/opinion/hector-aguilar-camin/dia-con-dia/autocracia-o-democracia.
Las autocracias exitosas enfrentan el dilema: ¿quieren pan o quieren libertad?
Tal vez, lo deseable sea, sentirse y estar seguros, tener empleo y protección del estado, aunque no se puedan tener tantas libertades.
En una democracia como la nuestra, es indudable el fracaso que se tiene para crear empleos, fomentar la inversión productiva y sacar a la población de la pobreza y el rezago social. Y en materia de seguridad pública, no tan solo es un gran pendiente, sino que, al parecer, no hay voluntad política de enfrentar el tema, pues los números hablan de esa triste y trágica realidad, donde la sociedad pone los muertos y la delincuencia los abrazos.
Hay elecciones para gobernadores, los que obtengan el triunfo en las casillas, deben estar preparados para enfrentar estos desafíos, cuyo grado de dificultad se observa alto y tener en su convicción y espíritu de servicio, el saber gobernar con tacto, voluntad y respeto a la ley, para beneficio de todos.
Le saludo, cordialmente.
Galdino Rubio Bordes. spgrb19@gmail.com