El hermoso Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, ha sido comparado con los famosos Campos Elíseos de París. La vida no me ha llevado al Viejo Continente pero, a través de la documentación digital, estoy convencido que no hay comparación. Miles de historias de lo cotidiano se encierran en el antiguo Paseo de la Emperatriz.

Este hermoso boulevard se extiende, en su tramo más conocido, desde el legendario Castillo de Chapultepec hasta la llamada Glorieta de Peralvillo. Es un sitio imperdible para cualquier visitante de la ciudad.

Reforma, como también se conoce a esta vialidad, ha sido testigo de marchas de protesta, de apoyo, de rodaje de películas, de amores y desamores, de festejos y conciertos musicales, de rodadas ciclistas y convivencia familiar.

Recuerdo en alguna ocasión una larga caminata, con un amigo de la juventud, desde los Juegos Mecánicos – ahora en desuso – hasta el entronque con Avenida Juárez y de ahí hasta la estación del metro Bellas Artes. Fue una tarde-noche increíble, con lluvia, donde disfrutamos del paisaje, la charla y la larga caminata.

En el triunfo de la selección mexicana contra Ecuador, en el Mundial de Corea-Japón, me encontraba en una actividad de capacitación profesional en un hotel muy cercano a la Glorieta de la Palma. Me uní al festejo y la algarabía que provocó la victoria dando vueltas con mi banderita en mano.

Hoy, ante el ataque de una plaga, la añeja palma fue retirada hace unas semanas. El gobierno de la ciudad realizó una consulta ciudadana en línea para decidir qué árbol debe ocupar el lugar de la extinta palma. Desde que se anunció el retiro del espécimen arbóreo, le comenté a la familia y algunas amistades que un ahuehuete sería una muy buena opción.

El ahuehuete es un árbol de origen mexicano. Es una especie que puede llegar a los tres mil años de vida. ¡Increíble! El maravilloso bosque de Chapultepec está lleno de estos hermosos y milenarios árboles. De igual forma se les encuentra en las alcaldías de Xochimilco y Azcapotzalco.

El árbol donde lloró su derrota Hernán Cortés, conocido anteriormente como de “la noche triste”, es un ahuehuete, ahora llamado “Árbol de la Noche Victoriosa”, sobre la calzada México-Tacuba, a la altura del metro “Popotla”.

Aún se desconoce de dónde será traído el afortunado ejemplar que engalanará la glorieta solitaria; pero se unirá a la Fuente de Petróleos – ahora convertida en distribuidor vial; a la Diana Cazadora – cuya escultura original se encuentra en Ixmiquilpan, Hidalgo; la majestuosa Columna de la Independencia, coronada por el llamado “Ángel de la Independencia”, que en realidad representa a una mujer y a la estatua del último emperador azteca, Cuauhtémoc – en el cruce de Reforma e Insurgentes. Ya no compartirá espacio en este hermoso rincón de la ciudad con la estatua de Cristóbal Colón, la cual fue retirada en 2021.

Y faltarían algunas otras estatuas importantes colocadas en este auténtico túnel del tiempo a través de los años y las diferentes circunstancias históricas y políticas de nuestro México mágico; tal vez un punto a favor del emperador Maximiliano, tras su breve estancia en tierras mexicanas.

La vetusta palma, con más de 100 años de edad, tristemente ya nos dejó. Bienvenido al nuevo habitante de la glorieta: el Ahuehuete. Escriban y comenten de alguna historia con el Paseo de la Reforma o con la Glorieta de la Palma. ¿Les agradó la decisión sobre el ahuehuete? Todas sus aportaciones son leídas y agradecidas. Pongo el chat de Telegram a su disposición, así como la red social del pajarito azul.

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