Con disfraces, globos y dulces, el personal de salud recibió a los miles de infantes de 5 a 11 años de Tulancingo que acudieron este miércoles a recibir su primera dosis contra covid-19.
Desde temprana hora, la explanada de la Presidencia Municipal, una de las tres sedes de inmunización en el municipio, lució con una extensa fila conformada por padres y madres de familia que llevaron a sus infantes a vacunar ante el temor de que se agotarán las dosis.
Con peluches y juguetes en mano, las y los menores de edad pasaron un filtro de sanitización para llegar a las células de vacunación, donde el personal de salud los recibió con disfraces, adornos de superhéroes, globos y dulces.
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Para algunos infantes fue imposible no derramar unas lágrimas después de ser inyectados; otros esperaron sus 30 minutos de observación jugando en el celular o siendo apapachados por sus padres y madres.
«Esta es la primera vacuna en la que no lloro», compartió Imanolo en entrevista para Síntesis; el menor contó que el dolor que sintió fue poco, por lo que invitó a las niños y niños de su edad a qué se vacunen sin miedo, «me siento contento y preocupado porque aún con la vacuna me tengo que cuidar», dijo.
Cabe recordar que, de acuerdo con la Jurisdicción Sanitaria de Tulancingo, se prevé aplicar casi 20 mil dosis Pfizer pediátrica en el municipio de Tulancingo durante los tres días de inoculación.
