Por: Alejandro Moreno*

Los precios siguen aumentando a costa del bolsillo y bienestar de las familias mexicanas. Ya suman 15 meses continuos de alzas hasta de dos dígitos en el precio de alimentos ante la indiferencia e insensibilidad del gobierno federal.

La inflación, cuyo control era despreciado por este gobierno llegándolo a considerar como un privilegio de ricos y cosa de “tecnócratas”, está afectando a los más pobres de México, pues tan solo en los aproximadamente 300 productos que son utilizados para definir el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) alcanzó 7.99% de incremento, siendo el más alto en 21 años.

Cabe destacar que el alza de precios es generalizada y mucho mayor en el resto de los alimentos y servicios que no se registran en el INPC.

Por más que el gobierno señale que las razones de estos incrementos son externas, lo cierto es que las variables internas han provocado que el problema se profundice y potencie sus daños a la población. Prueba de ello es que el alza de la inflación comenzó en México aún antes que en el exterior.

El nulo crecimiento económico, pérdida de millones de empleos, cancelación del nuevo Aeropuerto Internacional de la CDMX en Texcoco, huida de capitales, inseguridad jurídica, pago con recursos públicos de miles de millones de dólares en indemnizaciones y renegociaciones, despilfarro de ahorros gubernamentales colocados en fideicomisos como el FONDEN, descuido del campo, indiferencia ante la creciente inseguridad pública y manga ancha a delincuentes, debilitamiento de instituciones públicas esenciales para la población como el Sector Salud y la generación constante de un ambiente de división y polarización entre las y los mexicanos han creado el caldo de cultivo en el que la inflación nos ha golpeado severamente.

La inflación está provocando que el gobierno tenga que destinar mayores recursos públicos para el pago de intereses de la deuda pública que se ha incrementado también en este gobierno, ahondando la tendencia que desde 2019 hemos visto: escaza inversión pública para incentivar el crecimiento económico y recuperación de empleos.

Ante la tormenta económica que nos está golpeando, el gobierno federal sigue cerrando los ojos (al igual que lo hizo con la pandemia generada por el SARS-CoV-2 que hasta el momento ha causado la muerte de más de medio millón de mexicanos), creyendo que no puede ni debe tomar medidas que amortigüen el impacto entre la población, al tiempo que sigue despreciando la inversión que genera empleos y dándose el lujo de no atraer a las empresas que se están mudando de China a países como Vietnam y Corea, siendo que México podría ser el destino de esas inversiones.

En el momento más delicado de nuestra historia reciente, México tiene el gobierno más irresponsable, limitado, neoliberal e indiferente de su historia.

Por el presente y futuro de México, no dejemos que el gobierno de Morena siga destruyendo a nuestro país.

*Presidente Nacional del PRI.