Tras más de dos años de clases virtuales e híbridas, este lunes la comunidad educativa de Tulancingo se sumó al arranque del ciclo escolar 2022-2023 que se llevó a cabo en todo el estado de Hidalgo con actividades presenciales.
El tráfico, las mochilas y loncheras de colores volvieron a presentarse en las zonas escolares de la ciudad de los satélites antes de las 7:00 horas, cuando las y los estudiantes de secundaria ingresaron a los planteles.
En recorrido, Síntesis constató la dinámica de acceso de la secundaria general número 3 «Héroe de Nacozari», donde mediante dos filas se acomodó al alumnado que recibió gel antibacterial y se le tomó la temperatura; mientras algunos padres documentaron con sus teléfonos la entrada de sus adolescentes a un nuevo nivel escolar.
Posteriormente, fue el turno de las y los estudiantes de primarias, quienes, en el caso de la escuela Aquiles Serdán, ubicada en el centro de Tulancingo, fueron bienvenidos con una paleta y un filtro sanitario.
«Estoy más nerviosa que mi hija», dijo la señora Maribel a las mamás presentes que permanecía afuera de la institución; de acuerdo con la habitante de Tulancingo, preparó con anticipación a su menor para respetar las medidas de bioseguridad y ser amable con los demás a fin de hacer nuevos amigos.
Con el pasar de los minutos, no faltaron los alumnos que llegaron tarde, cuando el portón ya estaba cerrado, no obstante, los directivos del plantel permitieron su acceso solo «por ser el primer día», pero advirtieron que la hora límite será 7:50.
Finalmente, los más pequeños del hogar fueron llevados a los diferentes kinders de la ciudad, donde iniciará su trayecto académico; en el caso del preescolar Federico Froebel se registró una fila desde las 8:30 horas.
Entre mochilas de superhéroes y personajes de caricaturas, peluches y una que otra lágrima, se llevó a cabo el ingreso de los infantes, a quienes se les entregó gel antibacterial y se les sanitizó.
«Ahorita se calman, luego lloran porque los ven», comentó un educador a las madres de familia que observaban a lo lejos a sus pequeños con preocupación, «tranquila, que ya no te vea para que no se regrese», se aconsejaban entre ellas.
«Se extrañaba el movimiento»
El inicio del ciclo escolar no solo provocó la reactivación de docentes, padres y madres de familia y alumnado, también el comercio se despertó desde temprana hora para vender diversos alimentos y artículos para las clases que se llegan a olvidar con las prisas.
«Ya se extrañaba el movimiento», comentó una vendedora de tamales en el centro de Tulancingo, quien fue testigo de las carreras que emprendieron varias personas para llegar a tiempo a los centros educativos en el primer día, «algo que hacía años no pasaba», dijo.