Por: Alfonso Padilla Vivanco

En la antigua mitología politeísta griega, compuesta de dioses, semidioses, alegorías y héroes; las fuerzas naturales estaban controladas por doce principales dioses, los cuales eran: Poseidón, dios de los mares; Demeter, diosa de la agricultura; Apolo, dios de las artes; Hera, diosa de la familia; Artemisa, diosa de la caza; Hermes, el dios mensajero; Atenea, diosa de la sabiduría; Hefesto, dios del fuego; Afrodita, diosa del amor y la belleza; Dioniso, dios de la fertilidad; Ares, dios de la guerra y Zeus, el dios máximo en el Olimpo. Toda esta cultura fue de gran influencia para otros pueblos, particularmente para los romanos, quienes durante el esplendor su gran imperio tuvieron su propia mitología, inspirada directamente por la religión griega. Los antiguos griegos creían que el Olimpo estaba en la bóveda celeste y que desde ahí los dioses determinaban el rumbo de la vida del pueblo griego y/o romano. A lo largo de los siglos esta interesante cultura ha influenciado a poetas, pintores, escultores y literatos; quienes han realizado un sinfín de obras artísticas, en las diferentes épocas, sobre todo, en los países occidentales.

El dios de la guerra Ares, fue conocido por los romanos con el nombre de Marte. Quizás por el color rojizo que muestra el planeta al ser observado en el cielo. Hoy día sabemos que este cuerpo tiene una composición rocosa muy similar a la de La Tierra y tiene un diámetro por arriba de la mitad de esta. El espesor de la corteza de Marte es de 50 kilómetros, mientras que la de La Tierra es de 40 Km. La atmósfera de Marte está formada de dióxido de carbono, lo que no es un ambiente adecuado para la respiración de los seres humanos. En general, Marte es un planeta más frío que La Tierra, al ser el radio de su órbita más largo que el de la órbita de nuestro planeta, respecto del Sol. La temperatura en la superficie marciana puede bajar hasta los -66 grados centígrados. El planeta Marte también cuenta con dos satélites, que se cree fueron antaño dos asteroides, sus nombres son Fobos (Temor) y Deimos (Espanto o pánico).

Sin duda que nuestro vecino tiene muchas características interesantes que lo hacen digno de la exploración. Una de ellas es un volcán situado en el monte olimpo, que fue fotografiado por la sonda Viking 1. Se ha calculado su altura y se ha comprobado que es más alto que cualquier montaña en La Tierra. Marte también cuenta con gigantescos cañones, conocidos como: Valles Marineris. Así como la Tierra, el planeta rojo tiene estaciones y sus casquetes polares crecen y se encogen con el paso de las estaciones.

En los años setenta, la NASA comenzó la exploración del planeta rojo, con el lanzamiento de la sonda Viking. Para la década de los noventa, retoma las misiones a Marte, mediante el uso de vehículos robóticos de exploración, conocidos como Rovers. El primero de ellos, es el Sojourner. Éste, iba dentro de una nave espacial robotizada llamada Mars Pathfinder, la cual fue lanzada en diciembre de 1996, y que amartizó en la superficie marciana en julio de 1997. La caída fue espectacular y peligrosa para la instrumentación que llevaba dentro, pues esta iba cubierta con bolsas de aire que sirvieron de protección y que rebotaron varias veces antes de poder desplegarse y salir a explorar. La idea de la misión era determinar las características geológicas del planeta vecino.

El presupuesto de la misión fue muy bajo, evidentemente, para la magnitud de la hazaña. El Mars global surveyor descendió sobre la superficie de Marte, en un valle llamado Ares Vallis. El lander se abrió exponiendo al rover que realizó diferentes experimentos. Tomó, registró y envió fotografías muy espectaculares del paisaje marciano, entre ellas, los amaneceres y los atardeceres. Las fotografías dieron la vuelta al mundo, y en muchas revistas científicas de esos años se pudieron apreciar los detalles de rocas, montañas y el característico color del desolado ambiente marciano. Un hecho relevante para la ciencia mexicana, fue que el diseñador de la óptica de la cámara, que tomó las fotografías, fue el ingeniero óptico mexicano César Sepúlveda, quien participó en el proyecto de la sonda Pathfinder desde años atrás a su lanzamiento.

Además del Sojourner, otros vehículos robóticos han explorado el planeta rojo, entre ellos el Spirit en el año 2004 y el Curiosity. Recientemente, el rover Curiosity ha encontrado evidencia de vida antigua en Marte. Esto por los niveles de carbono detectados. Este vehículo fue lanzado en el año 2012 y ha explorado el plantea desde ese año y continúa hasta la fecha. Ya ha hecho más de diez años de exploración y ha tomado datos que ha enviado a Tierra, para el uso de los investigadores de diferentes especialidades. Sin duda que nuevos y asombrosos descubrimientos aún vienen en esta asombrosa exploración de nuestro vecino rojo.

alfonso.padilla@upt.edu.mx