Por: Alfonso Padilla Vivanco
Este 19 de octubre, como cada año, se celebrará el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama. Lamentablemente éste es el padecimiento que con mayor frecuencia es diagnosticado en el género femenino. Las causas de este mal son diversas, desde la naturaleza o constitución genética de cada mujer hasta las condiciones ambientales en las que vive. Sin duda que, un factor más es la ingesta de alimentos contaminados o agua, con alto contenido de metales pesados tales como: mercurio (Hg), plomo (Pb), cadmio (Cd) y/o talio (Tl). Asimismo, en algunas investigaciones se ha encontrado correlación entre el cáncer de mama en entornos agrícolas e industriales, debido a la exposición a sustancias químicas y/o a fuertes campos electromagnéticos. El problema es muy complejo y por ello están urgiend nuevas técnicas de detección temprana.
No es desconocido que existe una gama de técnicas para la detección de lesiones en los senos, la más común es la autoexploración. Con el avance tecnológico y los sistemas de visión por computadora, ha sido posible mediante técnicas de imagen digital de las mamas estudiar la actividad metabólica del organismo, así como la vascularización y la estructura de las mismas. Algunas de las técnicas basadas en imagen son la mamografía, el ultrasonido, la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones. De esta manera, es posible determinar si existe alguna anormalidad en la constitución de las mamas. Existen hoy día propuestas de métodos, relativamente nuevos y complementarios a las técnicas existentes, para la detección temprana de lesiones en seno. Esta nueva propuesta es conocida como termografía mamaria. La cual está aún en proceso de investigación y sólo es complementaria.
La Termografía Infrarroja (IRT) es un método complementario de detección temprana de un posible padecimiento en mama. No es ionizante ni invasivo, es portable y de bajo costo para el voluntario. La agencia federal para la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos ha aceptado a la Termografía Infrarroja como un complemento a otros procedimientos estándares para el diagnóstico de cáncer de mama, basados en imágenes digitales.
Mediante el análisis numérico de los datos de las imágenes térmicas, se pueden detectar cambios en la generación de calor, como consecuencia de un metabolismo anormal, lo que puede indicar una detección precoz de una anomalía, ya que los cambios fisiológicos ocurren de tres a cinco años antes de los cambios morfológicos y estructurales. Esta técnica usa cámaras en el rango de infrarrojo y son ultrasensibles para producir imágenes de la distribución superficial de temperatura en el cuerpo humano. Dado que el cuerpo emite energía radiante en longitudes de onda entre 2 a 14 micras, ésta es registrada a través de la IRT.
Además, la energía infrarroja está estrechamente relacionada con la radiación térmica emitida por la piel con una emisividad de 0.97 – 0.99. En consecuencia, una imagen infrarroja muestra la distribución térmica del cuerpo humano. Una cámara térmica con una sensibilidad de 100 milésimas de grado Kelvin, puede detectar tumores de 1 cm de diámetro a una profundidad de 2 a 3 cm, y si el diámetro del tumor es mayor, puede detectarse aún más profundo.
Se ha publicado en la revista suiza Sensors un artículo de investigación donde se usa la técnica de termografía infrarroja, cuyo título es Highly Discriminative Physiological Parameters for Thermal Pattern Classification (Parámetros fisiológicos altamente discriminativos para la clasificación de patrones térmicos). https://www.mdpi.com/1424-8220/21/22/7751
En esta investigación se propone un método de detección temprana de lesiones en mama, a partir del análisis numérico de imágenes provenientes de termogramas mamarios. El sistema de visión por computadora sólo apoya al diagnóstico médico y está basado en la estimación de parámetros fisiológicos de una fuente de calor, relacionada a un posible tumor. Los parámetros se estiman mediante la solución inversa de la Ecuación de Biocalor. El modelo usado se basa en una fuente de calor puntual, y se aplica en el análisis de termogramas de la Base de Datos para la Investigación en Mastología (DMR-IR).
Aunque tanto el registro de las imágenes como el procesamiento de los datos a través de técnicas numérico-digitales por computadora son cada vez más comunes, en los hospitales de las grandes ciudades, lo cierto es que aún no llegan a todos los sitios del país. Para las zonas rurales y remotas la termografía infrarroja podría ser una opción de detección temprana complementaria de lesiones en mama.
alfonso.padilla@upt.edu.mx