Hace mucho tiempo, antes de los tiempos de Cervantes, las justas literarias recibian el nombre de Juegos Florales; en virtud de que al ganador se le otorgaba una pequeña flor de oro como premio. En muchos lugares de Europa, sobre todo en Francia y España, algunos concursos literarios siguen recibiendo este mote, incluso en México, hay estados o municipios que llevan a cabo sus juegos florales como máxima justa entre los escritores de la región.
En Hidalgo, la actividad cultural viva más antigua de su historia son unos juegos florales que, aunque no llevan esa designación, ofrece como máxima presea la escultura de una flor. Me refiero al Certamen de Composicion Poética Canto a mi Tierra Hñahñu que entrega como premio de priemr lugar la Orquidea de Plata.
Este premio es una de las actividades más arraigadas de la región y ha sido defendida e impulsada con dedicación y entrega por diferentes grupos de mujeres y homres que defienden la tradición poética que abreve y nutre la cosmovisión hñähñu. Durante estos treinta y cuatro años la codiciada Orquídea de Plata la han obtenido una pléyade de escritores que han aportado su visión literaria sobre la vida en el Valle del Mezquital, ellos han sido Homero Conde Betancourt, Jorge Avilés Martínez, Matías del Ángel Romero, Abraham Pérez López, José Alfredo Ortíz Villa, Alberto Avilés Cortés. Reyba Pérez Pérez, Pablo Mendoza Moreno, Miguel Ángel oropeza Hernández, Marías del Ángel Romero, Venancio Morten Neria, Mayté Olivares, Óscar Baños Huerta, Zuleima Aidé Ángeles Gómez, Yolanda Hernández Esteban, César Bernardo Moreno Santos, Xico Jaénz, José Javier Hernández Cano, Idelfonso Jaén Gasoar, María Isabel Pérez León y Francisco Leonardo Ángeles Santiago, ganadores de las emisiones hasta el 2019.
El trabajo de estos poétas está bellamente compilado en una edición impulsada por el PACMyC 2020, permitiendo conocer las voces, las miradas y el sentir de quienes han plasmado en palabras su amor por la tierra hñähñu.
En lo personal, tuve la oportunidad de participar en dos años consecutivos, 2011 y 2012, oteniendo en ambas ocaciones un honroso segundo lugar, en virtud de que yo no soy un escritor oriundo del Valle. Por el contrario, son un admirador fervoroso de su cutlura, su cosmovisión e identidad, reconociéndola como una de las más sólidas, no sólo del estado de Hidalgo, sino de todo el país.
El pasado sábado 22 de octubre se desarrolló la Ceremonia de Premiación de la XXXIV edición de estos juegos florales en el centro cultural “Nthenhai” (Tierra colorada) de Santiago de Anaya. Tuve el honor de formar parte del jurado y de apreciar, sin cortapisas, el talento, pero sobre todo el amor que tienen los participates por su origen.
Ser jurado de un concurso nunca es fácil. Cada texto debe ser evaluado conforme al total de los participantes, y es en ese momento, que uno como jurado se da cuenta de que cada uno de los participantes ha dado lo mejor que sí y que esa entrega personal e íntima del poeta resulta en sí misma el mejor poema jamás escrito. Sin embargo, como jurados debemos apreciar los valores literarios de cada texto y sobreponerlos al primiegio impulso de adorar la tierra propia a través de las palabras. No es una tarea facil y jamás lo será.
En este año los ganadores fueron: primer lugar para el poema titulado “Constelación del norte” de la poeta Rosa Maqueda, escrito originalmente en hñähñu y con una traduccción al español, donde la tradición y el presente se conjugan en el tiempo para enseñorear la grandeza del Valle del Mezquital; el segundo lugar fue para el poema “Dendri” del extraordinario poeta ixmiquilpenze Rogelio Perusquía, un texto dedicado al gran artísta Francisco Luna Tavera, que permite condensar, en la mirada del poeta, la escencia que determina al Mezquital; y en tercre lugar un intimo poema de Xico Jaen, donde el Valle y sus limites se interiorisan en el sentimiento del poeta hacia la perona amada, volviéndola un elemento más de la identidad que lo forja.
Felicito a las autoridades municipales de Santiago de Anaya por hacer lo posible para mantener vivo este certamen litarario y agradezco la entrega de las compañeras que desde la biblioteca pública de Santiago de Anaya, hacen posible que nos regocijemos con el talento de aquellos que abrieron y mostráron su senitir por la tierra que alberga su pasado, su presente y su futuro.
Enhorabuena por todos los participantes y felicitaciones a los ganadores. ¡Salve la poesía!