Con flores, adornos, música y comida, cientos de familias visitaron este miércoles 2 de noviembre el panteón San Miguel de Tulancingo, donde se permitió el acceso sin restricciones y se amplió el horario de servicio, como años previo a la pandemia por covid-19.
En recorrido, Síntesis constató el arribo de personas, desde infantes hasta adultos mayores, al camposanto que estará abierto hasta las 17:00 de este día, y donde los visitantes comenzaron a llegar desde el pasado fin de semana, de acuerdo con el director del panteón, Sergio Amador.
A su llegada, algunas personas aprovecharon para comprar cempasúchil, manita de león, nube y otras flores a los comerciantes que se instalaron en la entrada del recinto, así como «botecitos» para acarrear agua o colocar flores.
Al interior del cementerio, las familias comenzaron a limpiar y adornar algunos sepulcros, para después colocar las flores naranjas y amarillas distintivas de las celebraciones a la muerte; algunas personas aprovecharon su visita para colocar comida, una «coquita o una cervecita», incluso para contratar a músicos que entonaron diversas melodías.
«Es muy grato venir y estar unos minutos con nuestros seres queridos que ya trascendieron», declaró César Hernández, quien consideró que las tradiciones del 1 y 2 de noviembre deben perdurar en México, por lo que pidió a la población no olvidar a sus difuntos.