Zorayda Robles, titular de la Secretaría de Salud, se presentó en el Congreso del estado cómo parte de los 16 Días de Activismo por el el Día Internacional de la Violencia contra la Mujer.

Durante la conferencia centrada en violencia obstétrica, señaló que se debe garantizar un trato digno a las mujeres y personas gestantes y que es uno de los ejes de la actual administración atender esa problemática.

Comentó que la violencia obstétrica se caracteriza por un trato deshumanizado: «es el no reconocimiento de la persona como sujeto de derechos humanos» dónde no se les da un trato amable, regañan, maltratan y victimiza.

Detalló que se llega a medicar de forma injustificada y se generan rutinas para simplificar tiempos, pero no se toma en cuenta a las personas, además se da la obstaculización del apego de la persona nacida con la mujer o persona gestante.

Comentó que recibieron una recomendación por parte de la Comisión de Derechos Humanos (CDHEH) y que estarán de la mano no para ocultar violaciones a derechos humanos sino para reconocerlos.

Especificó que muchas mujeres normalizan está violencia y se proyecta a través de frases como «si no dolió no valió la pena, lo quiero mucho».

Agregó que las cesáreas confieren un riesgo adicional ya que la principal muerte es la hemorragia obstétrica: «tenemos diez mujeres que han perdido la vida en nuestro Hidalgo».

Puntualizó que este tipo de violencia es una mezcla entre la violencia de género y la violencia institucional y que hay dos tipos de ella: la física, dónde se hace la episiotomía, se quita vello púbico aunque no exista correlación de que haya infección si se deja y se les pide no gritar; y la psicológica, donde a las consultantes no se les llama por su nombre, se les infantiliza con apodos como «mi niña» y se les ignora.

Añadió que en diciembre estarán en un Foro de Medicina Tradicional para validar los saberes de esta medicina, así como el respeto del derecho de interculturalidad

Respecto al semáforo de violencia obstétrica, especificó que contiene una metodología cuántica y cualitativa para obtener dos fines: el empoderamiento de la mujer para reconocer el trato que no merecen, y que el personal de salud reconozca las prácticas violentas que cometen.