Por: Yessica Cortez Baltsazar
«Yo soy como soy, tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y dónde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú» Autor. -Desconocido.
Según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), la discriminación es una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero que en algún momento la hemos causado o recibido.
Existen varios tipos de discriminación, entre los más comunes en México son la discriminación por el color de piel, el ser indígena o la edad, son factores para que gran parte de la población sea discriminada, tales situaciones se viven diariamente en las escuelas donde las y los alumnos llaman con apodos a sus pares. Inclusive, profesores que se refieren a sus alumnos despectivamente y realizan tratos diferentes sobre ellos, estas situaciones no solo se reflejan en la comunidad estudiantil, también se presentan en personas mayores en el área laboral, quienes muchas veces no pueden ingresar a trabajar o ascender a mejores puestos por la discriminación, que es alimentada por estereotipos o prejuicios. Estos actos, no solo se dan entre personas conocidas o con quien se tiene una relación escolar, laboral o familiar, también se da por parte de personas desconocidas, en actividades cotidianas, como al asistir a un restaurante, en la calle, en los parques, solo por mencionar algunos.
Quienes pertenecen a la población lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual, queer, asexual (LGBTTTIQ+), son otro de los sectores más que padecen discriminación con mayor frecuencia, por lo que exigen constantemente se les brinde protección y apoyo ante los abusos que sufren debido a la homofobia, bifobia y transfobia que padecen sistemáticamente, por lo que han tenido que encabezar múltiples movimientos para que les sean respetadas sus identidades y orientación sexual, conforman organizaciones civiles exigiendo a gobiernos y diversas dependencias públicas, sean respetados sus derechos y libertades. Muchas personas de la diversidad sexual aún viven con el miedo de mostrarse al mundo por el temor a ser discriminados, con un chiste, un insulto, la exclusión, entre otros tipos de violencia, incluso por su propia familia.
Se sabe de casos de jóvenes que piensan en el suicidio como lo fue el reciente caso, que causó revuelo internacional, donde una pareja gay de Armenia se suicidó, después de sufrir discriminación por su propia familia, jóvenes que tenían toda una vida por delante, de tan solo 16 y 21 años de edad, quienes no pudieron vivir sus sueños y dieron un paso tan trágico por la intolerancia hacia ellos.
En nuestro país se discrimina cada día en las calles, en las escuelas, en los lugares de trabajo y en los hogares. Cada día niñas, niños, jóvenes, mujeres, personas con discapacidad, de las poblaciones indígenas, adultos mayores, y de todas las edades son discriminadas y violentadas en razón de su género, apariencia personal, orientación sexual, situación socioeconómica, nacionalidad, y muchos otros factores, que abordaremos en otra ocasión. Desde estas líneas les invito a conducirse siempre con valores como el respeto y el amor por el prójimo; que desde edades tempranas asumamos la educación con conciencia. Eduquemos con igualdad, hagamos una sociedad más justa e inclusiva, hagamos un mundo donde todas y todos seamos respetados por el hecho de “ser yo”.
Desde la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo, estamos al servicio de la comunidad, atentos ante cualquier situación de discriminación o violencia, donde se atente contra los derechos humanos, así que si usted vive alguna situación que vulnere sus derechos, no duden en acercarse a “mi casa, tu casa, la casa de los derechos humanos”, donde estaremos para escucharle, orientarle, acompañarle, defenderle y proteger sus derechos humanos.
*Visitadora adjunta regional de Huejutla de Reyes