Por: Christian Falcón Olguín
Para iniciar, se define esta alineación para el primer tiempo del partido…
En 1981, el director cinematográfico John Huston, estrena “Escape a la Victoria”,
película contextualizada durante el periodo del régimen Nazi, relatando la historia
al interior del campo de prisioneros de Gensdorff, donde el oficial germano, Karl
Von Steiner, ordena organizar un partido de futbol entre jugadores alemanes y los
presos del lugar, lo anterior, con la finalidad de generar la propaganda Nazi de la
época.
Dicho partido se realizará cerca de Paris, en el Estadio Olímpico de Yves Du
Manoir, sin embargo, simultáneamente, Robert Hatch (Sylvester Stallone)
confeccionará un plan de escape y conjuntamente con el capitán John Colby
(Michael Cain) conforman al equipo de aliados, que desbordarán el talento
necesario para competir en la cancha contra el combinado germano y dar pases
de gol hacia su libertad.
El partido se encontrará envuelto de esperanza y amistad, de trabajo y juego en
equipo, al igual que, de emoción en fantásticas jugadas, pases y autopases de
“sombrerito”, “chilenas” y atajadas de porteros; los personajes fueron
representados por el Rey “Pele”, Bobby Moore, Oswaldo Ardiles, entre otros
campeones y estrellas del futbol mundial que marcaron a generaciones.
En el marco del campeonato mundial de futbol de la FIFA, celebrada en Qatar
2022, cabe destacar que las selecciones bicampeonas de Argentina y Francia, se
encuentran por primera ocasión por la disputa de la copa del mundo, los pamperos
liderados por Lionel Andrés Messi Cuccittini y los galos por Kylian Mbappé Lottin,
llegan al séptimo partido con la expectativa de alcanzar el tricampeonato para sus
naciones, ojalá, y salgan con un partido digno del recuerdo, con matices abiertos
en juego y emoción.
Este mundial, significa prácticamente el retiro de Messi, la relevancia de ganar el
campeonato mundial, significaría, atestiguar al primer futbolista fuera de serie, que
logre lo inimaginable: Ganar todos los trofeos colectivos e individuales importantes
en este deporte y, más allá de ser Messista o CRonaldista, no cabe duda que, se
ha podido presenciar una era dorada del futbol, en donde estos némesis
deportivos, monstruos del gol y de los records, se complementaron y necesitaron,
pues junto a sus equipos de época, calentaron los clásicos, los campeonatos, las
ligas, los balones de oro, las estadísticas, las posiciones como jugadores, entre
otros temas que se seguirán hablando e inspirando, y en donde simplemente en
un par de años se podrá decir, la fortuna de haber presenciado a estos genios en
su camino al Akros Futbolístico.
Al medio tiempo…
Croacia y Marruecos, por su parte, tercer y cuarto lugar respectivamente, dos
selecciones que merecen todo el reconocimiento de la afición, ambos, son dignos
representantes, del esfuerzo y deseo de trascender, con planeación de proyecto
futbolístico con el que priorizaron las características de calidad y talento, estrategia
y liderazgo, dejando de lado el negocio de sus federaciones dirigentes, sin olvidar,
que no cuentan con la infraestructura, ligas, afición y recursos financieros como
los que manejan otras “potencias” futbolísticas.
Para el segundo tiempo y, haciendo un cambio de juego y alineaciones…
En 1882, el compositor y director de orquesta mexicano Quirino Fidelino Mendoza
y Cortés (1862-1957), escribió “Cielito Lindo”, canción tradicional de nuestro país,
inspirada en la esposa del compositor que “tenía un lunar junto a la boca”, y a
pesar de tener enorme similitud con coplas populares españolas de la época, fue
registrada y utilizada dentro del folclor mexicano.
La canción ha sido interpretada por orquestas, tenores, trovadores y cantantes de
renombre desde la época dorada del cine mexicano, y si, también en eventos
deportivos donde representativos mexicanos participan, llámese juegos olímpicos
y mundiales de futbol, siendo en esta última competencia deportiva en la cual, por
primera vez la afición mexicana coreo en el mundial de Francia 1998, y que se
sigue replicando y retumbando hasta la fecha en calles y estadios de Qatar 2022.
Se ha utilizado como cantico de batalla y de folclor entre los connacionales
mexicanos, como una forma de representar identidad y unidad dentro de espacios
deportivos, y si, la canción refleja en sus acordes emotividad y alegría, en su lirica
“Ay, ay, ay ay, canta y no llores, porque cantado se alegran cielito lindo los
corazones”, sin embargo, ¿se estarán tomando de manera correcta el estribillo?
Pues de manera literal se comprende una canción de melancolía y consuelo, y lo
comparto desde la perspectiva en que otras naciones utilizan sus aficionados,
canticos de competencia, de reto y de ánimo de triunfo en sus liricas, es decir,
incluso desde de iniciar los juegos, se corean, asumiendo que, sin importar el
resultado hay que ser resiliente, sobre todo ante la derrota predestinada.
Hace unos días, que la selección mexicana de futbol fue eliminada con un
desastroso desempeño dentro de la primera ronda, me vino nuevamente la
imagen en la que los aficionados mexicanos la cantaron a todo pulmón, en cada
uno de los partidos, como si fuese el anuncio de lo que se esperaba contra
Polonia, Argentina y Arabia Saudita, la canción retumbo más como un himno de
consolación ante lo que pudo ser, el mencionado: “el quinto partido”.
A su vez, es interesante ver como el deporte, llega a unificar a la gente, sin
importar condición social, preferencia política, religiosa o personal, nos une una
identidad nacional y sin pretensiones, llevando en la cohesión de un mismo grito
de algarabía en la anotación o la frustración en falla del gol, al igual que en la
clasificación o eliminación de nuestro equipo tricolor. Aquí desaparecen losprejuicios y las críticas sociales que nos dividen, por lo menos, mientras dura el
partido, porque después, como lo dice el adagio “nunca hables de futbol de
religión o política sino quieres salir en discusión”.
Qué pasaría si, ¿nos unificáramos en un solo sentido, de ver ganar a México en
todos los aspectos que le atañen? Evitar la polarización y división nacional que
hoy en día vivimos con mayor énfasis, por el contrario, las autoridades y
gobernantes necesitan de una sociedad unida que proponga, que sume y que
multiplique en sus acciones, y no necesitamos más la división, la resta y la
confrontación que desde familias, amistades y ambientes laborales se vive
diariamente.
Entonces, si solo pensáramos que somos parte de la convocatoria y de la
alineación que se necesita para triunfar, desde nuestra colonia, ciudad, estado y
país, encontraríamos tal vez, la respuesta, así como con un equipo de futbol le
apoyamos y echamos porras, ¿porque no hacerlo con el presente y nuestro futuro
nacional?
Concluyo antes de que pite el árbitro en este tiempo de compensación del juego,
diciendo, que el quinto partido, se ve a lo lejos aún en el mundial de 2026 cuando
nuestro país realice conjuntamente el evento con Estados Unidos y Canadá, como
parte de un acuerdo en la designación, así de simple, deberíamos organizarnos en
común acuerdo y jalar parejo para el bien nacional, empezando con uno mismo al
dar el primer pase, el centro, la asistencia o el remate a gol, con un protagonismo
colectivo, de lo contrario seguiremos entonando entre dientes un descolorido y en
consuelo “Canta y no llores”.