Pablo Solís Ramírez lleva cuatro años dedicándose a ser taxista. El conductor de 32 años tomó el volante después de un accidente donde se fracturó la pierna izquierda al trabajar como repartidor de piezas para carros y eso le impidió trabajar en algunas empresas: «estuve un tiempo en una oficina de radiotaxis, pero me llamó la atención ser taxista».

Cuando era más joven deseaba ser policía y militar pero las circunstancias de su vida lo llevaron por otro camino, incluso fue paramédico por algún tiempo.

Considera que su profesión no es valorada: «el ser taxista es arriesgarse tanto al estar manejando; luego se suben a querernos asaltar».

Detalló que el ser taxista implica que a veces no suelen comer a sus horas ni dormir pues la mayoría trabaja de 12 a 15 horas diarias en el taxi.

Una de las cosas que más lo marcó fue la vez que lo asaltaron, por lo que a partir de ese momento se dedicó a buscar a sus clientes y ya no levantar pasaje: «trabajo con clientes que conozco y que ellos me conocen para que ambas partes no corran peligro».

Su horario es de las 7:00 de la tarde hasta las 5:00 de la mañana y pese a que es nocturno su trabajo señala que ambos turnos tiene algo de riesgo, pero en la noche se enfrentan a asaltos o que personas manejen en estado de ebriedad y perjudiquen su vida.

«Hace tres años, en el seguro del imss de la clínica uno, estábamos estacionados varios taxis porque ahí hacemos base en la noche y llegó un chavo bastante ebrio y se estampó en la parte de atrás de del carro que traía yo y en la parte delantera de mi compañero que estaba atrás, lo bueno es que los dos estábamos abajo del carro que si no nos pasa a los dos».

Una de las anécdotas que lo han hecho más feliz, es cuando hizo muchos servicios a un señor que le dejó una cantidad extra de dinero en agradecimiento y como forma de «aguinaldo»

Precisó que hay algunas rutas peligrosas: «barrios altos pero en particular, el barrio de cubitos donde hay una bajada que se llama Benito Juárez, siempre lo que hacen es estrellarnos el parabrisas o el medallón en modo de que tú te detengas para que te puedan asaltar» y es algo que la mayoría de los trabajadores saben por lo que prefieren no subir por allí.

Respecto a las condiciones laborales de taxistas señaló que muchos compañeros mantienen sus unidades dañadas o sucias por dentro y es algo que piensa deberían mejorar. También piensa que el pasaje debería ser más considerado pues muchos llevan prisa y obligan a los taxistas a irse rápido.

Comentó que muchos no toman vacaciones porque cuando regresan de ellas se quedan sin taxi y por ende sin trabajo: «si tú dejas parado el taxi, dos, tres días ellos ya están perdiendo y lo que hacen es mejor buscar a otro chofer y el que se fue de vacaciones, pues se queda sin trabajo».

Señaló que falta mucha conciencia por parte de taxistas y público.