Por: Dr. Maximiliano Gracia Hernández

América del Norte representa una de las zonas económicas más poderosas del orbe, cerca de un millón de dólares se comercian cada segundo en la frontera norte de nuestro país. A escala mundial, el 25 por ciento del total del comercio se genera entre México, Estados Unidos y Canadá. Por lo anterior, la reciente visita del presidente de la Unión Americana, Joe Biden y del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, representó uno de los eventos de mayor trascendencia diplomática del actual gobierno federal.

Las tres naciones tienen firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, hoy denominado T-MEC), el cual ofrece la garantía de un comercio con reglas claras. La firma del Tratado se dio en el marco de un modelo económico de libre mercado, el cual está de moda en el contexto mundial, a dicho fenómeno se le denomina globalización.

La competencia en el comercio mundial es entre bloques comerciales y no entre países, por ello la importancia de estar integrado a una de las regiones comerciales más activas dentro del mercado mundial.

El T-MEC establece en su estructura la disminución o cancelación de aranceles para ciertos productos, pero más allá de ello, lo que el Tratado buscó fue la seguridad jurídica para que los productos de los tres países ingresen con seguridad a las otras nos naciones.

Desde sus orígenes el TLCAN, hoy T-MEC, representó un instrumento económico-jurídico, su objetivo fue el incremento de empleos, el apoyo al comercio exterior y, la atracción de inversión extranjera directa.

La integración entre México y Estados Unidos significa un proceso de mejora para el incremento del comercio, los datos así lo demuestran, un año antes de la firma del TLCAN (1993), México exportó 43 mil millones de dólares e importó 45 mil millones de dólares, lo cual representó un déficit comercial para nuestro país cercano a los 2 mil millones de dólares. Para el año 2020, las cifras habían nos fueron favorables con un superávit comercial cercano a los 171 mil millones de dólares.

Es importante mencionar que de los 43 mil millones de pesos exportados por México en el año 1993, se pasó a 340 mil millones de dólares en el año 2020, ello representó un incremento del 690 por ciento; dato que muestra el importante crecimiento del comercio mexicano en el marco del TLCAN. Los principales productos exportados por México hacia la economía estadunidense son motores, televisiones de plasma, tractores, cerveza y aguacate.

Para el caso de Canadá, de los mil 500 millones de dólares exportados por México en el año de 1993, se pasó a más de 11 mil millones de dólares en el año 2020, lo cual representó un incremento del 633 por ciento. Los principales productos exportados por México hacia Canadá son: motores, pantallas planas, elementos para fabricar aviones; tractores, aguacate; cajas de velocidades, etc.

México es un país en vías de desarrollo, por ende los intercambios comerciales con países desarrollados nos obligan a mejorar la calidad de los productos. Los países ricos, en este caso Estados Unidos y Canadá, aprovechan los bajos costos de la mano de obra mexicana, por su parte, México aprovecha el fuerte poder adquisitivo existente en esas economías. Además de lo anterior, la transferencia tecnológica es una ventaja para México, ya que las empresas instaladas en nuestro país, utilizan tecnología de punta y generan con ello externalidades tecnológicas positivas en beneficio del país subdesarrollado.

El T-MEC ha dado beneficios importantes a la economía mexicana, como observamos, las exportaciones se incrementaron, el déficit comercial de México se transformó en superávit; se tiene acceso a insumos de alta calidad, han mejorado los precios de los productos importados gracias a la reducción de los aranceles; los ciudadanos de los tres países tienen acceso a una mayor diversificación de productos; los flujos de inversión extranjera tienen mayor garantía en los tres países.
Los retos es mantener el Tratado en vigor; mejorar el tema de la seguridad pública para evitar la fuga de capitales; y, enfrentar la fuerte competencia de los productos chinos.

Hemos vivido dentro del Tratado por casi 29 años, algunas empresas mexicanas han sobrevivido, otras han quebrado al no lograr enfrentar la competencia de los productos internacionales, pero otras compañías han mejorado su calidad y su productividad. El reto está en hacer bien las cosas.

*Dr. Maximiliano Gracia Hernández
Profesor Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo*

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