Con flores, veladoras y «un dolor que no se acaba», familiares y amigos de las 137 víctimas de la explosión de Tlahuelilpan regresaron este miércoles a la denominada «Zona Cero» para pedir por su descanso eterno y recordarles a cuatro años de la tragedia.

«Nos reunimos aquí para hacer memoria de nuestros hermanos, muchos de ellos quedaron consumidos en este lugar y este lugar reaviva nuestra tristeza y dolor», expresaron familiares mientras limpiaban algunos nichos que edificaron en las tierras que antes eran de cultivo; algunos de estos memoriales permanecen entre la maleza y el polvo.

A pie, en bicicleta, o en carro, poco a poco los deudos comenzaron a llegar al lugar para participar de la ceremonia religiosa por el cuarto aniversario luctuoso, la cual comenzó pasadas las 16:00 horas y contó con el acompañamiento de autoridades de los tres niveles de gobierno.

Las lágrimas y la tristeza en los rostros no se hicieron esperar cuando se nombró a cada hombre y mujer víctima de la explosión que se registró a las 18:52 horas del 18 de enero del 2019, luego de que el combustible salió como «cascada» por la toma clandestina que había en el ducto de Petróleos Mexicanos.

«Después de cuatro años pareciera que fue apenas, y que ese dolor no disminuye, algunos han tratado de rehacer su vida y encontrar consuelo. No siempre es fácil, no podemos cambiar de lugar e historia«, expresó el cura Marcelino tras el minuto de silencio en honor a las víctimas.

«No olviden Tlahuelilpan»

Sin perder la oportunidad, una habitante de Tlahuelilpan subió al templete para reiterar el llamado a las autoridades para ayudar a la niñez que quedó en orfandad y a las mujeres viudaz; «señor gobernador no olvide a Tlahuelilpan, Tlahuelilpan está vivo», afirmó.

Por su parte, previo a su partida, familiares y amigos hicieron una última parada en cada nicho, en silencio; algunos más con música a todo volumen, «recuérdenme así, como era, no quiero tristezas», resonó en San Primitivo, Tlahuelilpan.