Por Dr. Maximiliano Gracia Hernández*
La crisis bancaria que hoy vivimos parece ser similar a lo sucedido en el año 2008 y 2009, hoy tenemos una crisis en bancos pequeños, particularmente en Estados Unidos, Suiza y Alemania, lo cual es resultado del mal manejo en las finanzas de dichas instituciones.
En Estados Unidos no hay liquidez, en Alemania posiblemente el Deutsche Bank quiebre, en Suecia se perdió la solvencia monetaria, en México tenemos elevadas tasas de interés. El fenómeno anterior genera la posibilidad de contaminar a la economía financiera internacional y, llevarnos probablemente, a una crisis mundial.
Desde la crisis financiera del 2008, hay una inundación de dinero en el mundo, efectivo que no está respaldado por la producción mundial. Crisis de solvencia, crisis de confianza, crisis financiera. La crisis de solvencia nace cuando un banco utiliza su dinero para realizar inversiones, las cuales pueden desaparecer por un mal manejo económico. La crisis de liquidez surge, cuando los clientes de los bancos piden su dinero a la institución financiera, pero el banco esos recursos ya los invirtió en otras acciones con poca liquidez, precisamente eso es lo que hoy tiene en jaque a varios bancos en el mundo.
La crisis en el sistema bancario actual, es resultado de las altas tasas de interés, acompañado de elevadas regulaciones en muchos países capitalistas. El problema financiero requiere un rescate bancario, dinero que deberá salir de las finanzas públicas, tal y como sucedió con el rescate bancario del año 2008-2009. La crisis actual, originó que la Reserva Federal de los Estados Unidos invirtiera grandes recursos para rescatar a los bancos con problemas de liquidez.
La economía mundial mantiene tasas de interés que están aumentando, lo anterior para revertir el exceso de liquidez. La alta tasa de interés está disminuyendo los niveles inflacionarios, lo cual es una buena señal para la economía mundial, sin embargo, las altas tasas de interés generan un riesgo, en primer lugar, el riesgo para pagar el crédito, pero, además, las altas tasas de interés reducen la demanda, lo cual puede frenar el crecimiento de la economía mundial.
Con altas tasas de interés el riesgo es latente en los negocios, son un freno para la economía porque reducen la demanda y, por ende, la estabilidad macroeconómica no se logrará de forma suave. En México las tasas de interés del 11 por ciento son muy altas, de las mayores en el mundo. El Banco de México tiene grandes retos por cumplir, en primer lugar, bajar los niveles de inflación, pero a la vez jugar con las tasas de interés que permitan mantener crecimiento económico con estabilidad.
Hoy se podrán ver menos negocios o, al menos negocios de menor riesgo. La tasa de un 5% es alta en los Estados Unidos, escenario de alto riesgo, lo cual puede estar acompañado de menor crecimiento económico. Posiblemente una nueva década pérdida en la economía mundial; crecimiento de la pobreza; incremento de la inflación no vista, al menos en las dos décadas pasadas.
El fenómeno de la inflación aparece como el fantasma de la ópera, es una realidad que nos preocupa, porque la inflación afecta a los que menos tienen. La tendencia actual es inflacionaria, las restricciones al comercio internacional generan inflación, las guerras generan inflación, las crisis financiera y bancaria generan inflación. Consideramos que vienen tiempos difíciles para la economía mundial, actualmente estamos viendo el fondo del iceberg.
La crisis bancaria requiere dinero del gobierno para evitar que éstos quiebren, sin embargo, esos recursos se desvían en detrimento del gasto público, del bienestar social y de la seguridad pública.
La década del 2020 inició con altos niveles de inflación, lo cual está acompañado con bajos niveles de crecimiento, no sólo en México, sino también en el mundo. Dicho fenómeno nos lleva a pensar en la imposibilidad de reducir los niveles de pobreza y pobreza extrema en nuestro país. México tendrá menos recursos y, la imposibilidad de resolver problemas que hoy nos aquejan. Posible solución, una reforma fiscal, una reforma estructural, una reforma a la educación, una reforma en el combate a la inseguridad, en fin, muchos retos que atender y pocas soluciones concretas en el tintero.
*Dr. Maximiliano Gracia Hernández
Profesor Investigador de El Colegio de Estado de Hidalgo*
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