Por: Bethel García Vargas

Hace unos días tanto el Gobierno de México, como la Organización Mundial de la Salud, dieron por terminada la emergencia sanitaria por covid-19, y aunque para muchos eso significa que la pandemia ya no existe, eso no es verdad, no se trata de que el covid ya no exista o que por arte de magia desapareció de la Tierra, el fin de la emergencia significa que ya no es mortal, aplicando las vacunas que se desarrollaron en estos tres años para la protección de las personas, tomando las precauciones necesarias, será de menor riesgo.

Hace unos días, viajaba en el trasporte público y noté que casi todos a excepción unos niños y yo, usábamos aun el cubrebocas, sinceramente me sentí rara y pensé en quitármelo, pero la combi se empezó a llenar y se escucharon personas tosiendo o estornudando, por lo que desistí de la idea de quitármelo e incluso lo ajusté un poco más.
Si bien me he vacunado, y eso me genera anticuerpos por si llego a contagiarme, el recontagio en mi caso es igual de feo, pues como les conté en diciembre del año pasado, la migraña o dolor de cabeza que me dio después de la fiebre fue horrible, afortunadamente no he necesitado oxígeno, pero recordemos que no todas las personas se han vacunado o se protegen contra esta enfermedad, que es ahora es parte de nuestra vida.

Debemos seguir cuidando nuestra salud, si el cubrebocas te molesta, hay espacios en los que pueden estar sin él, no niego que también me lo quito, pero cuando no hay tantas personas cerca, o en un lugar abierto: Recordemos que en ciertos lugares sigue siendo obligatorio, incluso para las personas que tienen familiares que padecen alguna enfermedad que afecta el sistema inmune deben tomar todas las precauciones, lo que quiere decir que debemos aprender que nuestra realidad no es la misma que la de otra persona, a veces nos parece exagerado que alguien use ciertas cosas o tome su distancia porque evita contagiarse o exponerse, pero no sabemos que hay detrás de ese cuidado.

Me parece que en estos años de pandemia se agudizaron problemas y actitudes que siempre habíamos tenido, pero que en este tiempo con el encierro y la falta de contacto físico se intensificó y la convivencia con otras personas se hace difícil y donde se ha notado por la forma de propagarse es dentro de los estadios, donde muchas personas salen a divertirse y desestresarse y acaban partidos en golpes, riñas de formas tan violentas que no lo puedes creer; otro lugar donde se han notado es dentro de las escuelas, si bien el bullying siempre ha estado presente en este ámbito, la violencia ejercida es superior, antes no pasaban de insultos, apodos o alguna que otra pelea que solo eran empujones pero no recuerdo alguno que llegara a los extremos de quitarle la vida a otra persona o lastimarla gravemente, esperamos que esta nueva normalidad y el regreso a las actividades cotidianas sin tantas restricciones nos haga valorar el tiempo que pasamos sin poder salir a disfrutar o a trabajar normalmente, aun así, no bajemos la guardia, y si no nos sentimos seguros en ciertos lugares por la cantidad de personas, sigan usando el cubrebocas, lo principal es nuestra salud, hasta la próxima.
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